MAGIA NOVEL Y VÍNCULOS

    En nuestra manera de pensar vamos acumulando una serie de información que se transforma en una especie de recopilación de demandas y ofertas personales, es decir, una serie de cosas que queremos que ocurran debido a que las necesitamos o queremos ofrecerlas con la intención de seguir avanzando en nuestra vida. Esta información es conocida por la Conciencia ya que, como vimos, mantiene una relación de simbiosis con la mente y, a su vez, esta trasmite esos anhelos del yo consciente al Alma. Como también vimos el Alma invierte su tiempo existencial en guiar de una forma leve al yo consciente del que forma parte para que este vaya trabajando virtudes y dotes pero también escucha y respeta nuestros anhelos y convicciones relacionadas con lo que creemos que tiene que pasar para que sigamos dando pasos durante la vida y sobre todo sigamos creciendo como seres humanos.

   Pues en la fase del Iniciado en la que aún no somos independientes en el uso de la magia o fase a la que llamo Conjunción de Voluntades, el Alma puede coincidir con nosotros en que es necesario que nos ocurran ciertas cosas para dicha evolución personal y para ello existirá la posibilidad en que nos ceda algo de su tiempo existencial para darle un impulso a esa serie de cosas que hemos estimado que serían de valor añadido para nuestra progresión. Este sería el acto mágico y su recorrido se llevaría a cabo a través de nuestro círculo social o vínculos personales con otras personas o conceptos. Pero hay que tener en cuenta lo siguiente y que es muy importante: Si una persona ha comenzado a recorrer el sendero del mago quiere decir que va en muy buena dirección a la hora de desarrollarse y crecer espiritualmente por lo que lo más seguro es que la inyección de tiempo existencial por parte del Alma correspondiente este relacionada más con el mantenimiento de las condiciones de vida que han propiciado la iniciación de la persona en el uso de la magia que de producir cambios considerables en dichas condiciones para estimular un crecimiento del yo consciente.

   Por lo que hay que prestar mucha atención al hecho de que nuestro entorno o la mayoría de nuestros vínculos estén bien pues no es desmesurado pensar que el iniciado este, de alguna manera, propiciando que su círculo social más cercano goce de una estabilidad en todos los sentidos. A su vez, la magia temprana se producirá y llegará hasta nosotros a través de los vínculos que tengamos en forma de actos que inesperadamente nos solventen o cubran nuestras demandas o atiendan nuestras ofertas. Conforme vayamos avanzando en el sendero del mago podremos provocar magia sobre círculos sociales más desconocidos pero, al principio, es la conexión mental con nuestro entorno más cercano el que facilita que fluya la magia que el iniciado ha comenzado a practicar (la conexión mental es un lubricante para el flujo de maná).

   De todo esto se desprende que la magia, al menos la relacionada con la parte luminosa del Universo, comienza con el cuidado de nuestro entorno social, desde el más cercano al más lejano. Y es que tal y como el maná nace del tiempo existencial que nos proporciona el Alma, no existe una definición de magia más certera que aquella que expone que la magia son actos relacionados con sostener en el tiempo aquello que garantiza las condiciones necesarias para la evolución de las personas o que propician los cambios requeridos para que esto último suceda.

   Por lo tanto es ridículo pensar que alguien que dice practicar magia blanca está rodeada por una considerable masa de personas con carencias en los distintos planos. Al final un iniciado es una fuerza motriz positiva para su entorno, tanto que podríamos decir que es un regalo del cielo para el círculo social al que pertenece. No, la magia no va, al menos al principio, de hechicería, invocaciones o actos sobrenaturales, claro que no. Más bien el iniciado y su magia (la cual aún está tutelada por el Alma) funcionan como una tenue luz para su entorno que sirven como faro para que ninguna de las personas que lo conforman se hunda en las tinieblas. Ese entorno a su vez, se encargará, debido a su conexión mental con el Iniciado, de cubrir las mencionadas demandas y ofertas personales de este. Por lo tanto y resumiendo, el Iniciado es enrocado en una posición social suficiente y rodeada de personas con bienestar que garantice unos mínimos que le permitan seguir recorriendo el largo y complejo sendero del mago. Al final un usuario de la magia blanca suele querer siempre lo mismo y es que sus allegados gocen de salud y bienestar.

   Aparte de las demandas y ofertas del Iniciado que provocan la evolución de su entorno también juega un papel considerable el hecho de que su Alma ofrezca donaciones de tiempo existencial a otras Almas de los allegados del iniciado lo que acaba conllevando más recursos para las Almas donatarias y, por ende, mayor evolución de sus correspondientes yo conscientes (vínculos del Iniciado)

   Por último no hay que olvidar que además de la magia implementada en su entorno, el Iniciado dispone de unas dotes perfeccionadas al iniciar el sendero del mago y que será responsabilidad de este descubrirlas y explotarlas. Sin embargo esto ya no se puede considerar Magia sino más lo definiría como actos virtuosos ya que no requieren de la inversión de maná (tiempo existencial transmutado a aquello que es requerido para producir actos mágicos y que ya hemos visto a lo largo del Blog).

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