CAP. 4.13: ¡PERO QUE DEMONIOS!

-Ya los tenemos Teo. Esos hijos de puta están detrás de las desapariciones seguro. Pondría la mano en el fuego si hace falta. - Dijo Isi arremangándose uno de sus antebrazos. 

-La cuestión, amigo mío, es definir que formato queremos darle al final de la investigación. - Añadió Teo.

-¿Cómo? - Preguntó sorprendido el detective que no esperaba para nada lo que acababa de oír.

-Claro. En verdad no tenemos nada. Sabemos que son ellos pero nada más. ¿Cómo acabamos todo esto? 

-Creo que la idea sería seguirlos en su próxima fechoría y grabar sus actos hasta que tengamos que intervenir para salvar la vida de la víctima o víctimas. Después ir a la Guardia Civil con las grabaciones sabiendo ya, si es posible, dónde desechan los cuerpos de las chicas después de acabar con ellas. - Expuso Isi con elocuencia.

-La teoría está bien pero y si sale mal ¿Y si no podemos grabar?¿Y si nos descubren?¿Y si no salimos victoriosos de esa posible escaramuza? Y lo más importante, Isi. Yo no puedo esperar a que decidan volver a actuar porque podrían pasar semanas o incluso meses. Tengo otros planes que me urgen y para los que cuento contigo. - Comentó Teo poniendo su mano sobre el hombro izquierdo de Isi.

-No te entiendo Teo. Entonces ¿Cuál es tu plan? - Inquirió Isi.

-Aún no tengo un plan porque creo que aún no tenemos nada. Como te dije, creo que los cuatro sospechosos son tan solo secuaces de un líder mucho más inteligente y audaz. Quiero seguir investigando para averiguar quién dirige el cotarro. Después ya veremos. - Respondió Teo poniendo su otra mano en el hombro derecho del detective.

-Entiendo. Creo que estás dejando leer entre líneas que quizás todo esto no acabe por el cauce oficial donde entregaríamos a los sospechosos a la Guardia Civil para que sean juzgados. - Señaló Isi mientras daba un paso hacia atrás.

-Desde luego eso no es lo que más me importa ahora. Lo que me importa es cortar la actividad criminal de raíz y para eso hay que averiguar quien es el líder de la secta. Cuando lo sepamos ya barajaremos opciones y estrategias. Creo que es hora de echarle un vistazo a la foto que le hiciste a la carta que encontramos en la caja fuerte. - Expuso Teo señalando a la impresora láser.

-Si, espera. Voy a imprimir todas las capturas que hice. - Dijo Isi para a continuación vincular su implante mental con la impresora y enviarle todo lo que había capturado con su mirada en la casa.

Tras unos minutos Isi se levantó para recoger el taco de folios que había salido de la boca de la impresora y lo puso encima de la mesa. Teo fue pasando las hojas hasta que llegó a la que mostraba el contenido de la escueta carta que estaba escrito a mano con tinta roja. Tras dedicarle un buen rato, Isi le pidió que la leyera la carta en voz alta ya que se dio cuenta que el viejo no tenía la intención de soltarla por lo pronto. Este asintió con la cabeza y tras mirar a Isi con un semblante serio, se dirigió a él tras un leve tosido.

-Comienzo a leer amigo mío así que presta mucha atención. Queridos discípulos. Ya falta poco para ultimar la obra que conocemos y abrir la puerta que nos llevará ante nuestro ansiado tesoro. Tan solo faltan dos ojos por abrir y alcanzaré la gloria que sin duda compartiré con vosotros. Ahora más que nunca necesito que prestéis la máxima atención a los acontecimientos venideros y a vuestros próximos pasos para garantizar que todo lo que falta por hacer, y que ya es poco, se ultime correctamente. Cuando los peces estén en la pecera ya sabéis lo que tenéis que hacer. Sin más que añadir quiero que sepáis que os echo de menos y que agradezco vuestra pulcra implicación en mis planes que, sin duda, será recompensada como se merece. Firmado, un garabato incomprensible. - Leyó Teo para complacer a su compañero para después doblar la hoja y guardarla en el bolsillo de su camisa.

-Vaya tela. Me resulta difícil sacar alguna conclusión salvo que, como dices, existe un líder por encima de estos cuatro personajes y que piensan seguir con su actividad sectaria y criminal. - Dijo Isi.

-Yo añadiría que Carlos Jones y sus amigos no tienen contacto frecuente con su líder y que este está tratando de entablar contacto con el demonio mayor que vimos encima del altar. - Comentó Teo mientras miraba por la ventana que se encontraba junto a él.

-¿Y para qué querer contactar con un demonio cuando estos solo provocan muerte y destrucción? - Indagó Isi.

-Porque son seres ancestrales que a buenas pueden compartir conocimientos y sabiduría antigua que suponga beneficios y dotes para aquellos que logren contactar exitosamente con ellos. Tal y como me dijiste al poco de conocernos Isi, al igual que la teofanía del Tratado de las Esencias ocurrió para bien de la humanidad, la maldad no se va a quedar corta a la hora llevar a cabo sus oscuros planes.

-Sí que lo pienso, sí. ¿Y ahora qué? - Pregunto Isi poniendo la palma de sus manos hacia arriba.

-Por lo pronto me quedo con la foto de la carta y del cuadro con el relieve del demonio mayor. Tengo que averiguar que puertas puede abrir todo esto en la investigación. - Comentó Teo mirando fijamente a los ojos de su compañero.

-Pues yo creo que voy a continuar con el seguimiento de nuestros sospechosos para ver si cometen un desliz que nos ayude con el caso. - Añadió Isi dando un golpe a la mesa que le separaba de Teo.

-Me parece bien pero hazlo con el mayor tacto y sutilidad que puedas. Si te descubren seguramente se iría todo a la mierda. Despacito y buena letra, detective. Ah! Y nada de extorsiones ni actuaciones por tu propia cuenta como hiciste con el pirata naranja. - Advirtió Teo a su compañero con un semblante más serio de lo normal.

-Está bien. Otra cosa Teo. Aquel cuarto de grabación con los pestillos por fuera seguramente sea donde retengan a las víctimas ya que esta totalmente insonorizado ¿Habías caído en ello? - Preguntó Isi.

-Sí. ¿Por qué lo dices? 

-¿Crees que acabarán con la vida de las víctimas en esa casa? - Inquirió de nuevo Isi.

-Creo que no. No creo que el líder traicione su astucia exponiéndose a ir a la vivienda de Carlos Jones. Seguramente lo hagan en otro lugar. Quizás cerca de donde se deshagan de los cuerpos. 

-Muy bien. Ojalá lo descubramos pronto. Voy a quitar el piloto automático, ya vamos por Milagros ¿Qué quieres hacer ahora Teo? 

-Deberíamos ir a la Asamblea a ver si vemos a Carlos Jones y sus amigos. Seguramente quede bastante para que termine y quiero ver como se relacionan entre ellos. Por cierto Isi, tu que eres miembro de la Asamblea, dime ¿Qué se va a tratar hoy en ella?

-Pues te lo digo enseguida, el otro día me llegó la convocatoria pero aún no la he abierto. - Informó Isi al viejo con una sonrisa que expresaba travesura. 

-¡Vaya ciudadano que estás hecho entonces! - Exclamó el viejo devolviéndole la sonrisa a Isi.

-Eso digo yo. El orden del día tiene tan solo cinco puntos. El primero es que el Gobierno ha aprobado unas transferencias de capital a los ayuntamientos de todo el territorio nacional en función de la población municipal por la buena marcha de las arcas públicas estatales y se va a decidir en que se va a invertir esos fondos. El segundo va a abordar la cesión de terrenos municipales para construir viviendas sociales y estimular la fijación de población en el pueblo. El tercero es la aprobación, si procede, del formato propuesto por el gobierno municipal de las ayudas a emprendedores y el cuarto es el informe trimestral de situación del municipio donde se informa del censo de población, negocios, empresas y otras cosas así como ciertos conceptos estadísticos relacionados con eso. Ya sabes que para finalizar siempre hay un turno abierto de palabra que es la parte que más se alarga.

-Bien, pues lo dicho. Asistiremos a lo que quede. Pero aparca en el parking de caravanas de siempre y ya vamos andando. No debemos llamar la atención.

-A la orden, Teo.

Cuando Isi y Teo llegaron a la asamblea esta ya se encontraba en el turno abierto de palabra donde una chica comentaba que sería buena idea crear una marca del estilo de vida en Aranda de Duero y que los exportadores de productos al mercado internacional, sobre todo las grandes bodegas del municipio que habían vuelto a funcionar,  colaboraran con su expansión. El viejo y su compañero por fin localizaron a sus objetivos, los cuales estaban sentados juntos  entre la muchedumbre mientras esta aplaudía la iniciativa propuesta. La Asamblea terminó aproximadamente noventa minutos después tras una participación ciudadana bastante activa y Teo le dijo a Isi que era el momento de separarse para evitar que los asociaran con el objetivo de proteger por poco que fuera la investigación, algo con lo que el detective estuvo de acuerdo así que ambos se separaron mientras abandonaban el complejo deportivo entre la marea de asistentes.

Cuando el Sol se encontraba en su punto más alto, Teo decidió retirarse a su autocaravana para reflexionar acerca de todo lo sucedido durante esa mañana y poder trabajar la nueva información con la que contaba. Cuando llegó a su casa rodante se sentó en uno de los pequeños sofás y puso encima de la mesa las dos impresiones que llevaba encima. La primera de ellas era la fotografía del cuadro en relieve del demonio y la segunda recogía el contenido de la carta hallada en la caja fuerte debajo del altar. El tiempo pasó mientras el viejo observaba las imágenes tan absorto que hasta olvidó que era la hora de comer, algo que no solía ocurrir. Llegó un punto en que memorizó palabra por palabra lo que había leído en la carta y que no paraba de pronunciar en voz baja mientras miraba la imagen de la figura demoníaca pensando en si esa entidad existía de veras o era una invención de la mente del líder de la secta. Entonces se acordó de lo que le dijo Jon acerca de que en el campamento de las tiendas de campaña había un tipo raro que le fascinaba el mundo demoníaco y quizás seria una buena idea visitarlo porque hasta recordaba el número de parcela en la que el supuesto demonólogo vivía. Sin embargo no era una buena hora para visitar a nadie así que Teo decidió salir para encontrar un puesto para comer de los que tenía cerca dentro de los jardines del santuario Virgen de las Viñas y llegó justo a tiempo para que le sirvieran en uno de ellos algo de comida para llevar ya que algunos se encontraban cerrados y otros estaban a punto de lo mismo. Al viejo no le quedó otra que comer en la autocaravana y, cuando terminó, se dirigió al bar que le quedaba más cercano para sentarse en la terraza y pedir un café con leche. Cuando se lo trajeron preparó su pipa y comenzó a combinar el placer de fumar con el sabor de aquella bebida caliente y dulce, la gasolina que necesitaba para adquirir un buen estado de concentración y serenidad desde el que poder pensar con claridad.

Una de las cosas importantes a tener en cuenta, pensó Teo, es que ya conocían la caligrafía del líder de la secta que, a su vez, era bastante llamativa y singular, lo que era un punto a favor. Por otro lado, estaba claro que el cabecilla había levantado una buena barrera con respecto a sus secuaces que servía como cortafuegos si estos eran descubiertos pero debía existir un cauce a través del cuál se comunicaran para poder coordinarse en sus maléficas actividades. En la carta ponía que Carlos Jones y los otros dos acólitos debían avisarle cuando los peces estuvieran en la pecera por lo que de alguna forma estos se comunicaban con su líder y seguramente fuera con algún método muy seguro y casi indescifrable. Quizás el seguimiento que iba a hacer Isi de aquel trío arrojara algo de luz pero el viejo no tenía puestas demasiadas esperanzas en ello pero lo que si sabía es que cuando las personas están cerca de conseguir la gloria cabe la posibilidad de que se relajen y cometan algún desliz. Teo se quedó con esto último en su mente durante bastante tiempo a la vez que repetía la palabra "desliz" en un tono casi inaudible mientras paseaba la boca de la pipa a lo largo de sus labios.

-Señor. Oiga, señor. Señor. - Dijo el joven camarero alzando el tono de voz cada vez más debido a que Teo no respondía a su llamada por el estado de concentración que había alcanzado. - Caballero, por favor.

-Sí, perdona. Estaba en otro lugar. Dime. - Dijo Teo.

-¿Va a querer algo más?

-Sí. Ponme otro café con leche, por favor. No debería pero lo voy a necesitar. - Dijo Teo antes de emitir un bostezo que tapó poniendo una de sus manos cubriendo la boca.

-Perfecto, enseguida lo traigo.

-Por cierto ¿Sabes dónde se celebra mañana el encuentro con Jaidev?

-Justo enfrente suyo. Allí. - Comentó el camarero señalando con su dedo a un edificio cercano bastante peculiar.

-¿En aquella plaza cubierta? - Preguntó Teo sorprendido porque pensaba que los eventos de Jaidev eran siempre al aire libre.

-Sí. Hace un par de siglos aproximadamente era la plaza de toros de Aranda de Duero antes de que se prohibiera la tauromaquia. Desde entonces se convirtió en un centro de interés social. Es un lugar que el equipo de Jaidev suele elegir cuando el ejercicio espiritual del encuentro va a ser una sesión de meditación. Cuando toca sesión de Bhakti Yoga es necesario realizar el encuentro en un parque debido a que los asistentes necesitan más espacio para la práctica. Enseguida vengo con el café.

Teo esperó a que la camarera viniera con su pedido con la mirada puesta en aquella plaza. Era bastante grande y tenía un estilo arquitectónico islámico con altos arcos de herradura en su exterior lo que la hacía contrastar fuertemente con las edificaciones del pueblo. Enfrente de su puerta principal había una rotonda donde desembocaban dos grandes avenidas  y en la zona florecían algunos negocios como una herboristería, una tienda de reparación de tecnología, una tienda de alimentación, un local relajación y masajes así como un par de tiendas de ropa que mostraban en su escaparate el sello de "made by humans". Al final la camarera llegó con el café y Teo volvió a preparar la pipa con otra carga con la intención de darle vueltas a la información que manejaba hasta ahora relacionada con la investigación y para hacer tiempo hasta las seis de la tarde para visitar al demonólogo del que le había hablado Jon.  

Al final a Teo no se le ocurrió ni le surgió nada en lo que pensar para darle uso a la nueva información obtenida esa mañana así que vació su taza de café con dos tragos y se dirigió a pagar dentro del local con la intención de dar un paseo por el pueblo para abolir el estado mental pesimista en el que se estaba sumergiendo. Sobre todo temía llegar a un callejón sin salida como el que había atrapado a Isi durante las primeras semanas de su investigación en solitario. En el fondo el viejo sabía que no podía esperar a que el líder de la secta cometiera un desliz para conseguir desenmascararlo porque eso podría no suceder y le generaba al mismo tiempo una gran impotencia que hacía mucho tiempo, incluso décadas, que no sentía. En ese momento pensó en que ojalá Ygnomé le pudiera ayudar mientras miraba al cielo pero al momento descartó esa opción ya que siempre había conseguido superar él solo cualquier desafío que le había puesto la vida por delante y esta vez no iba a ser menos. Esta vez costaría mucho más pero conseguiría identificar al cabrón que estaba detrás de las desapariciones. 

El viejo sabía que andar siempre le sentaba bien cuando la mente comenzaba a traicionar su, de normal estado de ánimo pero esta vez caminó hacia el sur sin rumbo por las calles céntricas del municipio hasta que se topó con un parque bastante amplio y con bastante vegetación. Tras unos minutos caminando llegó a una zona donde se homenajeaba con esculturas de arte contemporáneo a varios personajes históricos españoles como Isabel la Católica, Rafael Alberti o Camilo José Cela entre los cuáles Teo tan solo había oído hablar de la primera por el apoyo que ofreció a Cristóbal Colón en la búsqueda de las Indias Occidentales y que al final llevó al descubrimiento de América y también por expulsar a los judíos de su reino tras ganar la guerra de Granada con la que finalizó el proceso histórico de la reconquista por los reinos cristianos. 

Tras esa breve parada el viejo llegó a la orilla norte del río Duero y accedió a un embarcadero abandonado donde se sentó tan cerca del agua que incluso podía tocarla. El caudaloso río, el más importante del noroeste de la península ibérica según tenía entendido el viejo, discurría tranquilamente hacia el este en busca de su desembocadura en el océano Atlántico, en el estuario de Oporto. Teo pensó que aquella estampa era preciosa y comenzó a pensar que la vida de un hombre es como un río que recorre el transcurso del tiempo en vez de una distancia en el espacio y la desembocadura era la misma para todos, ni más ni menos, afrontar el momento de morir. Nadie está preparado para ello pese a que todas las personas son conscientes de que ese es su destino por mucha preparación espiritual que se tenga y por ello algunas de ellas tratan de ganarse el favor de ciertas deidades para intentar trascender al temido final. Tal es la desesperación que llega a reinar en el subconsciente de la gente que acaban atrapados en las redes de místicos de sabiduría barata o de líderes espirituales que intentan hacerse con sus recursos indicando que, en verdad, lo único que quieren es vivir como reyes por si la muerte fuera para la mente como el apagarse de una bombilla. 

Pero ese no era el caso del líder de la secta de Aranda de Duero porque, en vez de buscar hacerse con los recursos de Carlos Jones y los otros acólitos, les había dotado de fondos para que llevaran una vida por encima de sus posibilidades. El motivo estaba claro y era que colaboraran con sus planes diligentemente y evitar a toda costa alguna traición pero solamente el dinero no garantizaba eso, debía haber algo más aparte de seguramente una excelente oratoria así como la exhibición de algún poder sobrenatural que los convenciera de que sus promesas eran ciertas y que de verdad estaba accediendo a esferas demoníacas. La cuestión es que Teo tan solo conocía como poderes sobrenaturales las acciones llevadas a cabo por mentes evolucionadas en el campo axial, elemental, funcional, intelectual y temporal que se entrenaban en Edén pero no conocía hasta que punto un ser humano en el plano físico podía desarrollar habilidades mágicas y, en concreto, cuáles eran las que un demonio mayor podía conceder a sus discípulos. Ojalá pudiera descubrirlo más pronto que tarde porque eso significaría que había desenmascarado al líder de la secta.

A continuación Teo paseo paralelamente al río por zonas verdes en dirección este ya que no había explorado esa parte del municipio y al final llegó al puente donde conoció a Jon y sus amigos sobre las cinco de la tarde, una hora que ya consideró como decente para ir a visitar al demonólogo y en veinte minutos se plantó en la parcela de este y que estaba presidida por una tienda de campaña similar a la de Jon y Anto pero con la diferencia que la lona exterior era totalmente negra. Teo no supo que hacer ya que no quería invadir la intimidad de aquel tipo presentándose en la puerta directamente así que se sentó en los alrededores. Tuvo que pasar media hora hasta que pudo ver como de la tienda salía un personaje con una túnica negra con grandes cruces egipcias a cada lado bordadas en color dorado y que llegaba hasta sus rodillas. De la parte trasera superior de la túnica nacía una capucha que llevaba puesta y sobre el pecho llevaba un amuleto del lemniscata que parecía ser de oro. Aquel tipo se sentó en una hamaca que tenía en los exteriores, la reclinó quedando casi tumbado y sacó de uno de sus bolsillos un pequeño libro con la intención de leer pero entonces se percató de que Teo lo miraba desde el linde de su parcela.

-Buenas tardes, caballero ¿En que puedo ayudarle?¿Quizás quiera que le eche las cartas del Tarot? - Preguntó el demonólogo con mucha educación.

-Buenas. No, gracias. Vengo porque me han dicho que eres un buen especialista acerca del mundo demoníaco. - Dijo Teo a la vez que jugaba con su barba.

-Eso dicen. No te quedes ahí. Pasa, vayamos dentro de mi tienda para la consulta. 

-Está bien. - Dijo Teo mientras se hacía consciente de que la consulta no le iba a salir gratis aunque le pareció bien porque así podría indagar sobre todo lo que le rondaba en la cabeza sin abusar de la confianza de nadie.

Cuando Teo accedió a la tienda vio que estaba estructurada igual que la de Jon con una estancia principal de la que nacían tres habitaciones con los techos más bajos, una al fondo y una en cada lateral y que estaban con las cremalleras cerradas. La habitación principal en la que se encontraba parecía funcionar a modo de despacho con una mesa en el centro repleta de libros, velas de todos los colores, una lámpara solar, un cenicero con forma de calavera y un bote lleno de bolis y lápices que tenía impreso un pentagrama invertido. Dos sillas estaban enfrente de la mesa y un sillón alto detrás en el que se sentó el demonólogo. En las esquinas de la sala,  detrás de la mesa, habían estanterías bajas llenas de libros y un par de mochilas tiradas en el suelo. En general todo estaba recogido y limpio y en el ambiente se podía oler un aroma que Teo supo reconocer como un incienso de patchouli que el viejo sabía que se utilizaba para atraer la buena suerte y estimular el cerebro, entre otros efectos.

-Lo primero es presentarnos. Yo me llamo Kilian ¿Y tú? - Preguntó el tipo mientras se quitaba la capucha para dejar ver su joven rostro

-Mi nombre es Teo. Veo que te has acomodado muy bien aquí. Este lugar casi parece una casa por dentro. - Dijo Teo un poco sorprendido por ver que Kilian no debía de tener más de veinte años.

-Bueno, me gusta la comodidad. Poco a poco he ido adquiriendo cosas y al final se me ha ido de las manos. El día de mañana, si me muevo, tendré un problema para llevármelo todo pero eso no va a ocurrir pronto porque me encuentro muy contento de haber descubierto este lugar y su gente. Aquí casi nadie te juzga ni te roba y la independencia sale casi gratis.

-Eso es verdad. Es un buen lugar para disfrutar de una etapa de la vida.

-Muy bien. Dime ¿Qué te ha traído hasta aquí?

-Me gustaría que me dijeras todo lo que puedas sobre el demonio que aparece en esta foto. - Contestó Teo a la vez que le entregaba la hoja a su interlocutor.

-Por favor, que cuadro más bello. Es toda una obra de arte. - Comentó Kilian mientras estudiaba la imagen a conciencia con su mano derecha en el mentón.

-Si no sabes de qué demonio se trata no me importa tener que pagarte para que la investigues. - Añadió Teo tras un par de minutos en los que el demonólogo estudió la imagen sin pronunciar palabra.

-No me hará falta investigar. Sé lo que estoy viendo. No eres el primero que viene preguntando por esta figura demoníaca.

-No me digas. ¿Y quién fue el primero? - Inquirió Teo sin mucho interés ya que sabía que el líder de la secta tenía la suficiente astucia para no exponer su identidad de una forma tan sencilla.

-Me gusta proteger la identidad de mis clientes así que no vayas por ahí. Bien. El cuadro recoge a un príncipe demonio conocido como Asmodeo. Esta es una de sus representaciones entre otras muchas otras. El libro de Tobías cuenta que se enamoró de Sara, hija de Raquel, y cada vez que esta contraía matrimonio asesinaba al marido durante la noche de bodas llegando a arrebatar la vida a siete hombres.

-Yo creía que era un demonio mayor. Parece que tiene un rango más alto de lo que pensaba. 

-Efectivamente. De hecho, en una leyenda Asmodeo es presentado como el rey de todos los demonios. Pero dudo bastante que lo sea ya que hay demonios bastante más poderosos que él según mis conocimientos.

-¿Y cómo una persona puede entrar en contacto con un demonio de tal rango?

-Yo diría que es al revés. Los demonios que tienen cierto poder acuden en forma de energía a las mentes de ciertas personas que les interesan para llevar a cabo sus planes ¿Conoces a alguien que tenga un vínculo con Asmodeo?

-Digamos que sí.

-Pues entonces te diré que Asmodeo acudió a él por lo que fuera, ya sea  por su estatus o por el rol que desempeña. Normalmente el contacto con un demonio tan poderoso puede producir locura, brotes psicóticos, ruptura de la realidad, etc. Por eso estos suelen elegir a personas con mucha resiliencia mental y formación espiritual para que puedan soportar el vínculo que los une. Así que este debe ser el caso de tu conocido considerando que siga dentro de sus cabales.

-¿Por qué una persona trataría de estrechar el vínculo con un príncipe demonio?

-Porque quiere que las promesas demoníacas se hagan realidad. Estas suelen estar relacionadas con dotar de poderes a la persona, salvarla del abismo de la muerte o incluso proporcionarle un futuro brillante. Depende. Pero el precio a pagar es muy grande.

-¿A qué te refieres?

-Los demonios con un alto rango suelen pedir pruebas de fidelidad antes de que cumplir sus promesas. Sobre Asmodeo la leyenda cuenta que el aspirante a ser su discípulo debe acabar con la vida de siete personas, es decir, una por cada ojo que tiene este príncipe demonio. Con cada víctima Asmodeo abre un ojo en la mente del aspirante hasta conseguir que abra los siete. Una locura ¿verdad?

-Sí que lo es. ¿Qué más me puedes contar?

-Asmodeo es uno de los demonios más antiguos que se asentó en la Tierra y rinde pleitesía a un rey demonio conocido como Semyazza o Sirión. La leyenda cuenta que este es un demonio errante que durante su estancia en la Tierra le enseñó a los humanos el arte de la guerra.

-¿Reyes demonios?

-Sí. Son los demonios más poderosos del Universo. Los especialistas en demonología no se ponen de acuerdo en cuántos existen pero desde luego algunos de ellos han puesto su atención en la Tierra por la aparición sobrenatural que ocurrió en el Tratado de las Esencias. Así que lo que parece que ha sido un gran paso para la humanidad puede que también signifique el final de la estabilidad que ha traído el gobierno mundial. - Dijo Kilian a la vez que Teo pensaba que los reyes demonio debían ser los nueve Agentes Primigenios que abrazaron la disruptividad procedente de fuera de la creación del Supremo Hacedor.

-¿Ves algo más? - Preguntó Teo con algo de nerviosismo porque necesitaba algo a lo que agarrarse pero de momento el encuentro con el demonólogo estaba siendo infructuoso.

-Espera, voy a utilizar mi monóculo de aumento. - Contestó Kilian para a continuación abrir un cajón de la mesa y sacar un artilugio que parecía muy antiguo. - No me gusta hacer zoom con la mirada, esa función del implante mental me marea un poco. ¿Quién es el afortunado de poseer esta obra de arte?

-Un amigo. Le estamos preparando un regalo especial y por eso quiero toda la información que pueda obtener del cuadro.

 -Pues poco te puedo aportar más salvo una cosa. Mira esto ¿Ves este garabato en la esquina inferior izquierda? - Preguntó Kilian mientras señalaba a un pequeño símbolo constituido por un ciervo con grandes cornamentas siendo atacado por un gran ave rapaz.

-Sí. ¿No es un tatuaje o una herida en la piel de Asmodeo?

-Ni mucho menos. Es un logo del taller de artesanía que elaboró el cuadro. Y este es muy especial porque nos dice que fue elaborado por un estudio de artesanía llamado Ilunak. De hecho, si no recuerdo mal...Espera. - Dijo Kilian mientras sacaba una linterna que encendió enfocando al logo dejando ver a Teo que era de luz ultravioleta. - Ahí está. La firma del maestro Urrea con tinta invisible. Típico de él. Esto demuestra que tu amigo debe tener mucho dinero.

-¿Por qué lo dices? - Inquirió Teo mientras se incorporaba un poco hacia delante.

-Urrea es un artista y artesano de este mundillo con prestigio internacional. Ha elaborado obras maestras que se exponen por todo el mundo como retablos de iglesias satánicas hasta frescos en los lugares más sibaritas del mundo. Es un maestro sin lugar a dudas aunque no se si seguirá vivo, ya era muy mayor en la última entrevista que le hicieron hace ya algún tiempo.

-¿Y dónde vive? - Preguntó Teo casi interrumpiendo a Kilian.

-Sé que se retiró en su pueblo natal según lo que leí en la entrevista. Si no recuerdo mal en un pueblecito del País Vasco conocido como Oñate. 

-Está bien saberlo. ¿Algo más que deba saber? - Indagó Teo mirando el colgante de Kilian y llegando a la conclusión de que conocía bastante bien el mundo de los símbolos.

-Creo que no. Me gustaría conocer a tu amigo porque parece que conserva el cuadro en buenas condiciones. Otro se hubiera deshecho de él así que le debe gustar este mundillo.

-Le gusta demasiado, te lo aseguro. Bueno ¿Qué te debo por la consulta? - Preguntó Teo haciéndose a la idea de que los servicios de esoteristas solían ser bastante caros.

-Tu Alma. - Contestó Kilian con un semblante muy serio.

-¿Cómo? 

-Es una broma, hombre. No me debes nada. La primera consulta es gratuita y, además, me ha alegrado ver esta obra de arte. - Dijo Kilian mientras le dedicaba a Teo el saludo típico militar.

-Pues muchas gracias por la información y por tu amabilidad. Quizás nuestros caminos vuelvan a juntarse. Cuídate Kilian. - Contestó Teo antes de levantarse de la silla, colocarla donde estaba y abandonar el lugar.

Teo puso rumbo a su autocaravana y por el corto camino asimiló la idea de que le iba a tocar viajar hasta Oñate para intentar localizar a ese tal maestro Urrea ya que quizás esa era una de las últimas opciones antes de volver a caer en un callejón sin salida. Cuando llegó, se sentó en uno de los pequeños sofás y sintió una sensación de alivio en todo el cuerpo ya que el día había tenido de todo. Sin quererlo se quedó dormido y sobre las diez de la noche se despertó porque alguien golpeó la puerta del compartimento trasero de su autocaravana. Cuando abrió vio que era Isi y, obviamente, le invito a pasar. Teo tenía una pista que seguir y ojalá su compañero también hubiera averiguado algo porque, aunque el día les había provisto de la evidencia de que Carlos Jones y sus amigos estaban involucrados en las desapariciones, identificar al líder de la secta era lo verdaderamente importante a la vez que una ardua y casi imposible tarea.


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