CAP. 2.3: MUCHO QUE ASIMILAR

Aitana se despertó y pudo ver la habitación en la que se encontraba lo que le confirmó que todo lo que había vivido en ese nuevo plano existencial no había sido un sueño mientras dormía en su finca de Alicante. Todo lo que había experimentado antes de dormirse era real por lo que sus presagios acerca de la existencia de vida después de la muerte se habían cumplido. Era muy agradable pensar que el ser humano no se apaga como una bombilla cuando se funde pero a la vez le asaltaban miles de dudas acerca de cual era la configuración y organización de aquel nuevo mundo y, por otro lado, al poder acordarse de su última vida en la Tierra, le sobrevino cierta intriga acerca de sus seres queridos y si podría reencontrarse con ellos en un futuro. Cuando puso en orden su actividad mental en un formato parecido a un cuestionario para que el siguiente encuentro con su tutor, Dalai, fuera lo más productivo posible, Aitana se levantó de la cama y volvió a mirarse en el espejo. Allí volvió a encontrarse con su nueva imagen que representaba a una joven y vital apariencia lo que le recordó ciertas situaciones y experiencias que vivió cuando había tenido esa edad en el plano físico. Cuando terminó de mirarse en el espejo salió de la habitación encontrándose de nuevo con la inmensa estancia donde había mantenido su conversación con Dalai. Aquí se dio cuenta que faltaban bastantes recién ascendidos como ella lo que le hizo deducir que se encontrarían en sus habitaciones. Al otro lado de la Sala vio a una muchacha vestida con la misma bata que ella portaba y que estaba leyendo el relieve de la única y gruesa columna central y decidió acercarse a ella con la intención de socializar tal y como le había recomendado su nuevo tutor. Cuando estuvo a una distancia prudencial de su objetivo Aitana comenzó a hablarle.

-Buenas. Mi nombre es Aitana ¿Te importa si charlamos un rato?

La muchacha se sorprendió por las palabras de Aitana y no supo que responder llegando a ponerse un poco nerviosa. Entonces Aitana se dio cuenta del error que había cometido utilizando el español como vía de comunicación y reaccionó rápidamente pasando a utilizar el lenguaje álmico.

-Lo siento, aún tengo que acostumbrarme a utilizar este idioma nuevo. Hola, me llamo Aitana. ¿Qué tal? 

-Hola. Estoy bien, un poco impactada por este nuevo lugar pero con sensaciones y emociones muy positivas.. Mi nombre es Anuska ¿Cómo estás tú?

Aitana pudo ver de cerca el tono blanquecino en la cara  de Anuska, sus ojos azules claros y su larga melena rubia. Todo esto añadido a su nombre hizo que la alicantina cayera en que su interlocutora debía ser de etnia rusa y le invadió una sensación muy especial debido a la nueva habilidad de poder comunicarse con cualquier individuo independientemente de su procedencia.

-También impactada pero muy bien. Es como si hubiera vuelto a una niñez dulce y feliz donde todo me asombraba y no existían las preocupaciones. Esta paz mental es extraña pero me alegro muchísimo de poder disfrutarla. ¿De qué lugar de la Tierra provienes? - Preguntó Aitana a la vez que se le hacía raro el propio formato de su pregunta.

-Bueno, yo nací y también morí en Novosibirsk, la tercera ciudad más poblada de Rusia. 

-Creo recordar que esa ciudad está situada a las orillas del río Obi y es la capital de la región de Siberia.

-¡Qué bueno! ¿Entonces conoces mi ciudad natal? - Preguntó Anuska con cara de sorpresa.

-No he estado en persona pero siempre me ha llamado la atención todo lo relacionado con la Federación de Rusia. No sé, como si algo de dentro de mí me empujara a investigar tu país. - Replicó Aitana.

-¿Que más sabes? - Indagó Anuska con bastante ímpetu. 

-Pues poco más, que es uno de los principales centros industriales del país. También es conocida por ser un punto estratégico para la ciencia en Rusia y ser un gran centro de arte donde muchos desarrollan su talento. No está mal ¿eh?

-Impresionante. Por poco que sea ya me has conquistado. Por cierto ¿De dónde eres tú, Aitana?

-Nací y morí en Alicante, en el sureste de España ¿Te suena?

-Me suena el nombre pero nada más ¿Y que crees que has hecho para llegar hasta este lugar?

-Ni idea pero es una buena pregunta. Me considero una persona del montón. Tan solo creo que la espiritualidad me ha ayudado a llegar hasta aquí.

-No creo Aitana. Yo no he sido nada espiritual y aquí estoy. Simplemente era administrativa de una empresa y no hacia nada extraordinario con mi tiempo libre. ¿Tuviste hijos?

-Si, tuve cuatro. Pero no se por que pero no estoy triste. Es como si no los hubiera dejado atrás. Esta emoción que me invade desde que llegué a este lugar me hace pensar que hay un futuro para ellos después de su muerte y quizás, quién sabe, alguna vez nos reencontremos. ¿Y tu, Anuska, tienes hijos?

-No, no tuve por elección propia. Mi pareja sí quería pero yo me negaba. Preferí vivir una vida sin cargas para dedicarla a mis cosas.

-Ya me contarás que hiciste con tanto tiempo libre. ¿Qué tal tu tutor? - Preguntó Aitana.

-Tutora. Muy bien. Es atenta y muy implicada con mi bienestar. Se llama Amira y ayer ya estuvimos hablando sobre algunas cosas aunque no me quedaron muy claras. Espero que hoy vaya mejor.

-Mi tutor también es muy bueno. Su nombre es Dalai. También deseo verlo hoy para seguir despejando variables de este enigma que estamos viviendo.

Poco a poco la estancia donde se encontraban Aitana y Anuska fue llenándose con otros individuos que iban abandonando sus habitaciones y que iban ataviados como ellas hasta el punto en que todos los recién ascendidos que contó Aitana el día anterior estaban allí presentes, relacionándose entre sí. Uno de ellos se acercó con mucha educación a ellas y se presentó bajo el nombre de Daniel. Este fue sometido a ciertas preguntas muy superficiales para conocerlo un poco más pero Aitana también buscaba sacar toda la información que pudiera, en este caso, un patrón que le proporcionara un baremo al que se atenía la evaluación superada por los espíritus de los allí presentes. En este caso, a la alicantina le llamo la atención que Daniel había sido Ministro de economía del gobierno chileno durante ocho años antes de que comenzará la gran crisis mundial que comenzó en el año mil ciento veinte lo que le convertía en una persona de altas estancias que seguramente había desarrollado ciertas virtudes que complementaron las ya existentes en su espíritu construido a lo largo de varias vidas. Aun así, Aitana tenía información escasa acerca de sus compañeros de aquella sala y la poca que tenía la desconcertaba más que acercarla a alguna hipótesis con potencial. Hasta ahora a la alicantina su forma de pensar le estaba jugando una mala pasada porque ella creía que eran dignos de ascender hasta Edén aquellos mortales que habían llevado a cabo actos heroicos, de gran generosidad, de un extraordinario cultivo del conocimiento e incluso una gran sabiduría en la vida pero esto no era así. Las virtudes eran lo realmente importante en la vida para escapar del ciclo de reencarnaciones según lo conversado con Dalai y estas podían ser entrenadas por cualquiera independientemente de su poderío económico-social. 

Otra cuestión era quiénes eran los responsables de evaluar a los espíritus de cada sujeto y como lo hacían. Cada vez que Aitana creía haber llegado a alguna conclusión más le parecía que menos sabía así que decidió dejar de pensar en estos temas a la vez que atendía a lo que Daniel y Anuska hablaban, que no era otra cosa que lo afortunados que se sentían por poder disfrutar de otra oportunidad existencial en este nuevo plano y que seria lo que les depararía el futuro en Edén.

-¿Y si existiera un entramado de planos superiores como este? Cada religión en el mundo ha tratado lo que ocurre después de la muerte y quizás existan diferentes lugares al que ir.

-¿Qué religión adoptaste tú, Daniel? - Preguntó Aitana.

-El cristianismo. - Contestó Daniel haciendo una cruz con el dedo pulgar en su pecho.

-Pues deberías haber ido al cielo. Sin embargo yo me acogí al budismo por lo que yo debería haber accedido a un sitio distinto al cielo pero aquí estamos los dos, personas con distintas religiones en un mismo lugar por lo que parece que las especulaciones de ciertos profetas en la Tierra acerca de la vida después de la muerte estaban sesgadas. - Añadió Aitana.

-Ayer estuve hablando con Imani, una chica de color que esta en la misma situación que nosotros. Me dijo que esperaba reunirse con sus ancestros cuando muriera y sin embargo está aquí como nosotros. - Expuso Anuska mientras miraba a Daniel.

-Por lo que podemos deducir que este plano reúne a una diversidad religiosa importante por lo que confío más en que Edén es el único sitio al que acceden las personas que lo merecen después de la muerte. Y hasta ahora, para mí, es un sitio que ofrece muchísima paz mental y física. Esto encaja con la descripción de muchas religiones acerca del sitio al que se va, si uno lo merece, tras morir. - Añadió Aitana.

-Vale, pero el cristianismo habla de que todo el mundo que crea en el Padre se salvará y resulta que no se salva todo el mundo. Una por el ciclo de reencarnaciones que nos explicaron ayer y dos porque este lugar no puede acoger a todas las personas que viven en el mundo. - Dijo Daniel mientras miraba el fresco del techo del gran hall.

-Yo creo que al final el cristianismo utiliza el marketing espiritual para atraer a seguidores a través de la promesa de la vida eterna. Pero, al final, como ocurre con todo en la vida, la estructura piramidal se da en el orden económico-social y al parecer también se da en el proceso de ascenso a este plano. No todo el mundo puede acceder a él por eso se produce la criba en la que hemos sido seleccionados. - Enunció Aitana.

-Sinceramente y sin intención de molestarte, no creo que sepas más que Jesucristo. - Manifestó Daniel esbozando una leve sonrisa.

-Ni lo pretendo. Pero según mi experiencia y mi opinión la salvación no tiene carácter universal. De todas formas no sabemos nada de este plano por lo que espero que poco a poco se vayan aclarando nuestras dudas. - Afirmó Aitana.

-Esperemos. - Opinó Daniel.

-Al menos tú, Daniel, estas aquí disfrutando de una existencia post-mortem por lo que la promesa del hijo de Dios para ti se ha cumplido. - Articuló Aitana.

-Sí pero me lo imaginaba distinto. - Dijo Daniel mientras agachaba su rostro.

-Bueno, llevamos poco tiempo en Edén. Veamos que nos depara el futuro pero parece que hoy también tendremos mucho que asimilar.

-Pienso igual que Aitana. Yo también me he criado en una familia tradicional cristiana y creo que necesitamos ver de que va todo esto. A ver que tal se da hoy con nuestros tutores. - Añadió Anuska. 

Aitana echo una ojeada a la estancia y vio que se había vuelto a formar un corro con diez de sus supuestos nuevos compañeros que al igual que ella llevaban poco tiempo en Edén. En aquel círculo de personas había un hombre bastante moreno con el pelo largo canoso y una prominente barba blanca y  que parecía llevar la voz cantante. La primera impresión de la alicantina fue pensar que había sido un líder espiritual en su última vida ya que no paraba de hablar y el resto del corro asentía dejándose llevar por lo que fuera que pronunciaba. A los cinco minutos uno de ellos abandonó aquel círculo social y se dirigió a donde estaban Aitana, Anuska y Daniel. Cuando estuvo lo suficientemente cerca saludo al trio y se unió a la conversación que mantenían los tres. Aquel individuo era bastante alto, con el pelo rubio y los ojos marrones y se presento bajo el nombre de Gunther.

-Por tu nombre creo que eres de nacionalidad alemana ¿Puede ser? - Preguntó Aitana.

-Sí, soy de Ulm, una ciudad situada a orillas del Danubio. - Contestó Gunther.

-Creo recordar que allí está la catedral más alta de Europa. - Dijo Aitana levantando su mano todo lo que pudo. -Dinos Gunther, ¿A qué te dedicabas mayoritariamente en tu última vida?

-Era policía nacional de la república federal de Alemania. - Contestó Gunther.

-Mira, ya tenemos a alguien que nos proteja en caso de peligro. - Añadió Anuska dando unas palmadas con sus manos.

-¿De dónde sois vosotros? - Consultó Gunther.

El grupo contestó ordenadamente a la pregunta de Gunther para seguidamente preguntarle que es lo que hablaban en el círculo al fondo de la estancia que el alemán acababa de abandonar. Gunther les dijo que la primera vez que se formó se fueron presentando todos los que formaban el corro conducidos por Asaf, otro compañero recién ascendido a Edén, quien también sugirió unas prácticas para agradecer a Dios las bendiciones que habían recibido y la posibilidad de seguir existiendo tras la muerte pero ahora Asaf había comenzado a predicar a los  miembros del corro los evangelios diciendo que aquel que no creyera en Jesús de Nazaret tan solo encontraría penurias en este nuevo y desconocido plano. Gunther añadió que no podía soportar esa clase de discursos que encumbran el castigo para aquellos que no creen en la existencia de una divinidad así que cuando vio las intenciones de Asaf decidió abandonar aquel círculo en busca de otro tipo de compañeros y por eso se había acercado hasta ellos tres. Aitana pudo leer entre líneas que el tal Asaf quería destacar sobre los demás espiritualmente con alguna intención pero ella creía que era muy pronto para adquirir algún tipo de estatus en aquel lugar así que se alegro de no haberse unido al corro pensando en que ya conocería al resto de ascendidos que lo formaban poco a poco. 

Entonces sonó una campana y a continuación las puertas principales de la estancia se abrieron hacia fuera. y comenzaron a entrar individuos, algunos de ellos vestidos con exóticos ropajes, en dos filas y manteniendo un orden que parecía que había sido entrenado. Aitana pudo ver a Dalai en aquellas filas que se rompieron enseguida. Los tutores fueron al encuentro de sus discípulos portando en sus manos lo que parecían ser unas cajas. Aitana también pudo distinguir a la tutora de Anuska quién portaba un largo vestido ancho y su cabeza estaba tapada con un velo. Hasta aquella posición se acercaron dos tutores  más en busca de Daniel y Gunther. Los cuatro tutores que se encontraron allí en un momento les saludaron y se dirigieron una mirada de complicidad entre ellos antes de pedirles a sus correspondientes tutelados que les acompañaran hasta sus respectivas habitaciones con la intención de buscar cierta intimidad tal y como ocurrió en sus primeros encuentros.

Dalai acompañó a Aitana hasta su habitación y cuando los dos se encontraban dentro este cerró la puerta y se acercó hasta ella.

-¿Qué tal Aitana?¿Vas asimilando todo lo que te está ocurriendo?

-Sí. Ya me voy haciendo a esta nueva existencia. Aunque tengo una mente muy curiosa e inquieta y quiero que me resuelvas varias dudas.

-Tranquila. Primero coge esto y ábrelo. - Dijo Dalai mientras le entregaba la caja que llevaba en sus manos.

-¿Qué es? - Inquirió Aitana agitando ligeramente el paquete.

-Es tu nuevo uniforme. La bata y las pantuflas eran solo para que estuvieras lo más cómoda posible en tus inicios aquí aunque los seguirás teniendo. En la caja encontrarás dos uniformes y un par de botas. Quiero que te lo pongas cada vez que salgas de tu habitación.

Aitana terminó de abrir la caja y saco los dos uniformes de color azul muy claro y los desplegó sobre la cama. La nueva vestimenta constaba de un pantalón, una camiseta y una chaqueta de estilo corto que para gusto de ella tenía un corte futurista debido al corte cruzado del cierre y unas hombreras robustas que sobresalían del cuerpo central.

-Bien, ponte el uniforme porque vamos a dar una vuelta por las afueras de este edificio. Te espero en el hall de fuera.

Cuando Aitana se puso el nuevo uniforme se miró en el espejo y le gusto lo que vio. El resultado era espectacular gracias al estilo de su nueva vestimenta y su nueva apariencia física. La alicantina abandonó la habitación y pudo observar como algunos de los recién ascendidos como ella iban abandonando el edificio portando las mismas vestimentas que ella. Dalai la guió hasta la puerta doble de salida de la estancia común y abandonaron el edificio bajando unas pocas escaleras que daban a una gran avenida peatonal situada dentro de lo que parecía ser un campus. Aitana rápidamente se asombró con la belleza que tenía ante sus ojos ya que la combinación de edificios con estructuras extravagantes junto a la naturaleza que invadía el lugar y que estaba totalmente cuidada era algo que jamás había visto. También se volvió a extrañar por el tipo de luz que bañaba los exteriores, menos brillante e intensa que la que recordaba que producía el Sol en la Tierra. Dalai caminaba junto a ella callado como si supiese que su tutelada necesitaba más experimentar que hablar en ese momento. Ambos avanzaban por la avenida y se cruzaban con otros individuos entre los que algunos saludaban a Dalai y uno de ellos se dirigió espontáneamente  a Aitana para hacerle saber la suerte que había tenido al contar con Dalai como tutor.

-Dime Dalai ¿Qué es todo esto?

-Estamos en el área iniciática dentro del Campus Procesal. Este Campus tiene varias áreas y existen varios Campus, todos ellos situados en la periferia de la única ciudad de Edén a la cual conocemos como Capital. En esta área, como has comprobado, se da la bienvenida a los recién ascendidos a Edén y se les aloja en edificios como el que acabamos de abandonar.

-Habrá miles de edificios porque si en cada uno tan solo caben diecisiete personas...

-No hay tantos Aitana ¿Cuánta gente crees que ha ascendido contigo en esta última hornada?

-Pues no sé pero si en el mundo mueren más de ciento cincuenta mil personas diariamente y ascienden hasta este plano, tirando por lo bajo un uno por ciento, calculo que alrededor de mil quinientas personas han ascendido hasta Edén en un día - Explicó Aitana arrancando una carcajada a Dalai.

-Contigo han ascendido cuarenta y seis afortunados más. Y ni de lejos se producen ascensiones todos los días. - Dijo Dalai

-¿Tan pocos? - Indagó Aitana.

-¿Comprendes ahora el mérito que supone que hayas llegado hasta aquí?

-Sí que es difícil, sí. Y ¿Por qué tan pocos?

-Eso lo decide el Gabinete del Gobernador de esta Esfera de Existencia en base a ciertos conceptos y necesidades que por el momento no vamos a tratar pero que pronto comprenderás.

-Me choca que hayamos ascendido personas con vidas de lo más ordinarias.

-¿Y no hay algo extraordinario en lo ordinario? La gente ordinaria son las que más virtudes desarrollan para llevar a cabo actos extraordinarios. El dinero y el poder lo consiguen todo pero a un alto precio, el de no desarrollar virtudes. Además aún no sabes que hiciste en tus otras vidas.

-¿Y cómo se graban las virtudes en el espíritu?

-Esa es tarea del Alma. Se graban en el momento más álgido en el que se exponen. Si en una vida pasada hiciste gala de una gran generosidad el alma busca que pases a desarrollar otra virtud porque entiende que la generosidad ya tiene una intensidad correcta en el surtido de virtudes del espíritu que busca construir. Si en otra vida se expone una generosidad más fuerte se graba sobre la otra aunque el Alma va dirigiendo al yo consciente hacia escenarios que favorezcan el desarrollo de otras virtudes cuando considera que cierta virtud ya está recogida en el espíritu con el peso suficiente. De todas formas es algo difícil de explicar y donde intervienen otros factores. ¿Te queda un poco más claro?

-Desde luego. - Contestó Aitana.

-Bien. Como te iba diciendo este Campus tiene más áreas. Una de ellas es la Alta Forja donde una vez aprobado el espíritu que un alma presenta estos dos pasan a fusionarse mediante un procedimiento que implica varios recursos y que, otra vez, ya irás conociendo más adelante. Digamos que el Alma tiene anatomía humana en Edén y el Espíritu es como un códice brillante con una forma geométrica distinta en cada caso y con un gran brillo. Una vez fusionados dan lugar a una sustancia energética que será moldeada por la conciencia cuando esta se incorpore. Esto nos lleva al siguiente área del Campus Procesal que es el Parque de Conciencias. - Explicó Dalai a su tutelada.

-¿Parque de Conciencias?

-Si. Aquí se almacenan las conciencias para ser tratadas de maneras diferentes. Si el el espíritu no pasa el corte entonces el alma lo recupera y vuelve al plano físico para reencarnar. Durante la infancia se adhiere a la mente una conciencia virgen que hace nacer el mismo yo consciente durante varias vidas aunque no las recuerdes. Es el mismo yo consciente porque se trata del mismo alma por lo que el yo consciente es la combinación del alma y la conciencia. Aquí se convierten las conciencias usadas en conciencias vírgenes y la sabiduría y otros elementos son extraídos para que sigan su curso. Si, por el contrario, se produce la ascensión la conciencia usada se integra en la sustancia que surgió como consecuencia de la fusión del Alma y el Espíritu, produciendo un Avatar, que es tu cuerpo actual, integrando la memoria de la última vida. Por último hay algún caso más pero es uno entre un millón y no vale la pena comentarlo.

-Entendido. ¿Y qué forma tiene una conciencia separada de la mente?

-Digamos que es una pequeña entidad que tiene vida propia. Su forma es como un casco pequeño constituido de un material energético denso, como si fuera plasma. No preguntes más acerca de esto porque sé que a cada explicación te surge otra pregunta y es algo que vas a ver en el futuro. De hecho eso es lo que me gusta de ti y por eso te elegí para ejercer la tutela.

-¿Me elegiste? - Preguntó Aitana.

-Ves lo que digo. - Dijo Dalai

-Esta pregunta no tiene nada que ver con las conciencias. Entiendo. - Dijo Aitana echándose una mano a la cara.

-Si, te elegí. Los tutores podemos elegir en base a una escala de puntos y del éxito de tu integración en Edén dependen ciertas cosas para mí. Vale. Otra área de este Campus es el área de evaluación donde el Alto Tribunal de Ascensiones evalúa a los espíritus que las almas presentan para ver si son dignos de ascender.

-¿Y qué método utilizan?

-Aitana, en Edén hay mentes muy evolucionadas en distintos campos que por ahora no te puedes ni imaginar. Hasta a mí se me escapa esto. Así que aunque quisiera contestarte no puedo. Es algo que tendrás que intuir conforme vayas aprendiendo y quizás hasta puedas experimentar. ¿Quién sabe?

-Que interesante. Estoy muy contenta e ilusionada con todo esto. En la vida siempre me ha invadido la sensación de que siempre quería aprender más, todo lo que pudiera pero el tiempo es un recurso limitado así que tuve que luchar contra ese sentimiento.

-Bueno ahora has descubierto que al menos hay un hilo conductor entre vidas que son las virtudes que se graban en el espíritu. Una vez alguien me dijo que hay que saber un poco de mucho para servirse a sí mismo y mucho de un poco para servir a la sociedad. Me conformo con eso y tú deberías hacer lo mismo si no al final el aprendizaje se convierte en una obligación más que en un placer.

-Buena conclusión Dalai. Te la voy a robar. ¿Algún área más? - Preguntó Aitana

-Si, pero requiere de un pasito más en tu aprendizaje. Ya lo veremos. Ahora demos un paseo por el Campus. Quiero que te relajes y te deleites con el paisaje. En un rato te acompañare a tu habitación para que descanses. Es muy importante que descanses para que tu mente se haga a tu nuevo Avatar.

Aitana y Dalai dieron un paseo por el área iniciática del Campus Procesal donde se cruzaron con otros recién ascendidos y sus tutores aunque no se detuvieron a hablar con ellos. Dalai la guió hasta un jardín de grandes dimensiones donde Aitana pudo observar una flora que supo reconocer y otra que jamás había visto antes. En el jardín había árboles, arbustos, plantas con flores de distintos colores así como césped repartidos simétricamente y que transmitían armonía y tranquilidad. Aquel lugar era bellísimo y estaba presidido en el centro por una estatua dorada que emitía cierto brillo de un personaje que tenía un brazo levantado señalando al cielo y otro sosteniendo un bastón. Dalai le explicó que se trataba de Kushim, el primero o uno de los primeros humanos que consiguieron ascender hasta Edén y que se convirtió en el patrón de los iniciados. A continuación abandonaron el jardín y se dirigieron de vuelta al edificio en el que se hospedaba Aitana que pudo ver la existencia de otras construcciones iguales en la misma avenida lo que le hizo deducir que en conformidad con lo que le dijo Dalai, tampoco eran demasiados teniendo en cuenta la población de la Tierra. Ambos accedieron al hall central que habían abandonado antes y que se encontraba desierto por lo que fueron los primeros en llegar de la mini excursión por los exteriores. Seguidamente se dirigieron hacia la habitación de Aitana donde antes de despedirse Dalai le dijo que le permitía hacerle tres preguntas dado que sabía lo curiosa que era la mente de su tutelada. Aitana aceptó e hizo su primera pregunta.

-Si las conciencias tienen vida propia ¿Cómo se integran con nosotros en la Tierra?

-Las conciencias tienen su propio cauce sobrenatural. Se unen a vosotros en una relación de simbiosis con vuestra mente y esta unión os hace alcanzar el uso de razón lo que os hace abandonar la etapa de infantes. 

-Tengo muchas más dudas acerca de este campo pero pasemos a otro. ¿Quién creó todo lo que conocemos, tanto Edén como el Universo?

-Nosotros lo conocemos como el Supremo Hacedor y también como un Agente Origenio, entendiendo que hay más como Él en otro plano más elevado que este y al que llamamos Mundo Divino. No sabemos mucho más pero si que es verdad que no puedo hablar por todos los Agentes que existimos en este plano ya que hay mentes mucho más desarrolladas y poderosas que la mía. Si que sabemos que se relaciona más con este plano que con el que has dejado atrás. A este plano lo conocemos como Mundo Intangible y al plano donde viviste varias vidas en la Tierra lo conocemos como Mundo Cognoscible. Siguiente pregunta.

-¿Estamos solos en el Universo?

-Entiendo que con Universo te refieres al Mundo Cognoscible. No, hay más razas esparcidas por el Mundo Cognoscible y cada una tiene su esfera de existencia en el Mundo Intangible al igual que para la humanidad existe Edén. En el Mundo Cognoscible es muy difícil que os encontréis pero aquí, en el Mundo Intangible, si que nos relacionamos con otras esferas de existencia que acogen a otras razas. Con el tiempo ya lo verás. No has escogido mal tus preguntas. En la próxima sesión seguiremos hablando y te comunicaré algo importante. Hasta entonces descansa y sigue relacionándote con tus compañeros. Nos vemos en seis eones.

Dalai abandonó la habitación rápidamente como si quisiera evitar que su tutelada le hiciera más preguntas. Aitana entonces se planteó salir a esperar a sus homónimos para intentar sacar información de sus conversaciones con sus tutores pero le invadió la necesidad de descansar. Ella se acercó a la ventana por donde pudo ver que ya aparecía algún que otro compañero con su tutor por la avenida y decidió correr la cortina para disfrutar de un ambiente más tenue que le propiciara un mejor descanso.  Tras tumbarse en la cama se quedó dormida rápidamente sin ni siquiera darle tiempo a repasar un poquito de todo lo aprendido en ese encuentro con Dalai. 


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