CAP. 1.7: SEGUNDA ETAPA DEL CAMINO

Tras una noche de buen descanso que les proporcionó el confort del hotel que eligió Teo para pernoctar, este y Sheila llegaron a la plaza acordada a las ocho de la mañana para reunirse con su nuevo compañero de viaje pero este no se encontraba allí. Unos minutos después Teo le dijo a Sheila que contactara con él llamándole pero la muchacha le dijo que no había compartido la identidad digital con él y que era imposible. Ambos decidieron esperar por si David se había retrasado y durante la espera Sheila se percató de que una señora bastante mayor que llevaba ropajes anchos y curiosos no les quitaba ojo desde una de las esquinas de la plaza. A la media hora Sheila no pudo resistir decirte a Teo lo que ocurría.

-Teo, hay una señora mayor que no para de mirarnos desde aquella esquina de la plaza.

-Si, ya me he dado cuenta. Piensa Sheila que en los pueblos siempre ha habido gente que no puede evitar prestar demasiada atención a los forasteros llegando hasta el punto de incomodar. - Dijo Teo mirando a la señora a la que se refería su compañera.

-Es que es muy fuerte. Lleva más de media hora mirándonos pese a que hay más gente en la plaza. Me llama la atención el amuleto que lleva por fuera de su rebeca. ¿Qué es? - Preguntó Sheila.

-Es un tetragrámaton, bastante grande por cierto. Sirve como protección frente a energías oscuras por lo que parece ser que la señora tiene cierta cultura de tipo místico. - Contestó Teo mientras miraba a la dirección por la que debía aparecer David.

Cuando Teo acababa de decir esto un grupo de personas de naturaleza variada se acercaron a la mujer, la saludaron y se dirigieron con ella al centro de la plaza donde extendieron lo que parecían ser esterillas sobre las que se sentaron. La señora les empezó a dar un discurso a modo de homilía que Teo y Sheila no pudieron escuchar por la distancia que les separaba pero que era muy expresivo. Teo le dijo a Sheila que la mujer debía ser la líder de algún tipo de movimiento religioso. La charla de la señora duró aproximadamente veinte minutos y, tras ella, lo que parecían ser sus discípulos tomaron una posición característica para comenzar a meditar mientras la señora tocaba un cuenco tibetano con una frecuencia determinada echando de vez en cuando una mirada profunda a Teo y Sheila. El viejo le dijo a Sheila que la estructura de ese encuentro le recordaba a prácticas gnósticas, un movimiento de carácter místico nacido en la antigüedad y esparcido por casi todo el mundo que estudia todas las religiones existentes en busca de sabiduría y autoconocimiento con el objetivo de despertar la conciencia y acercarse a lo divino.

Sobre las nueve de la mañana Teo le dijo a Sheila que ya habían esperado bastante y que era hora de partir. La joven asintió pensando que David debía haberse liado hasta altas horas de la madrugada y que se habría quedado dormido por lo que ambos se pusieron en marcha abandonando Nájera por el este y entrando en un paisaje de cultivos bien delimitados que se encontraban sin sembrar y que habían sido invadidos por la flora autóctona de aquellas tierras que doraban el paisaje a un lado y a otro del camino. Sobre las once de la mañana alcanzaron Azofra, situado en el valle del río Tuerto. Teo y Sheila tan solo pararon para prestar atención a la Iglesia del pueblo, donde la muchacha le preguntó a Teo acerca de si sus aventuras solitarias tan solo habían ocurrido en el norte de España. El viejo le contestó que en una etapa de su vida vivió en Arashiyama, un distrito en las afueras de una ciudad importante de Japón conocida como Kioto y el motivo de aquella aventura fue conocer el bosque de bambú que allí se encontraba y la bella aldea de kiyotaki, donde se asentó durante más de cinco años y en la que conserva buenos amigos así como recuerdos. Allí fue donde conoció a un español que le habló de la belleza del lugar que ahora él y la muchacha estaban pisando. 

La joven le preguntó si tenía más aventuras en su mochila a lo que el viejo le respondió que no y que ya había encontrado el lugar en el que quería pasar el resto de lo que le quedaba de vida lo que provocó que Sheila se riera tímidamente antes de decirle a Teo que la vida era una caja de sorpresas que podía traer nuevas aventuras en lugares distintos. Entonces Teo la miró y le dio un toque con su bastón en el muslo como queriendo decir que la muchacha ya había alterado suficientemente sus planes. Sheila volvió a sonreír y le sacó la lengua a su socio de viaje. Ambos continuaban avanzando por pistas agrícolas no asfaltadas a un ritmo que hacía que los peregrinos les adelantaran entre saludos y bienaventuranzas, cosa que no les importaba ya que aquella etapa del Camino era muy asequible y plácida. Durante bastante tiempo Teo y Sheila hablaron de la coyuntura mundial así como de geopolítica, que había cambiado bastante desbancando a Estados Unidos de América como primera potencia mundial en la segunda mitad del Siglo XXI. El viejo nació en Boston así que sabía bien de lo que hablaba por lo que la joven prestó mucha atención a sus palabras, las cuales le explicaron que cuando la economía mundial tomó como modelo el patrón de metales preciosos para respaldar la emisión de dinero, el dólar entró en decadencia lo que sumado a una gran deuda pública de este país hizo que entrara en una larga recesión que casi empalmó con la gran crisis mundial de 1120. Aparte, una gran desigualdad social, una epidemia de drogadicción y una gran oleada de crímenes debido al fácil acceso a las armas de fuego en este país fueron determinantes para que este se hundiera en la miseria lo que a su vez provocó la fuga de un número considerable de multinacionales a otros lugares del mundo como consecuencia de políticas muy proteccionistas frente a la revolución robótica inteligente. Hoy en día Estados Unidos ha sido superado holgadamente por otras potencias mundiales como China, Alemania, Japón o Costa Tech, sede de las grandes multinacionales de tecnología robótica en la costa noroeste africana. También Teo le explicó como el petróleo cayo en desuso debido al desarrollo de las energías renovables y su tecnología de almacenamiento haciendo que países cuya economía se basaba en el oro negro y que no se adaptaron a la transición energética entraran en una fuerte crisis. El mundo había cambiado muchísimo en los últimos siglos pero por suerte no había habido conflictos bélicos debido a la fortaleza del Gobierno Mundial y sus decisiones acertadas como la inyección de fondos de cohesión mundial para erradicar casi totalmente la pobreza en el plano global.

Sheila siguió aprovechándose de la sabiduría del viejo durante el Camino con la intención de crearse una idea acerca de cómo el mundo estaba como estaba y Teo le iba contestando como podía para de vez en cuando pedirle a Sheila que ampliará la información conectándose a la red global de datos pero esta se hacía la loca alegando que no quería utilizar la tecnología mientras recorriera el Camino de Santiago, algo que su socio de viaje entendió y que hizo que se tragara las ganas de preguntarle acerca de cuestiones de actualidad mundial como los pasos que estaba dando el movimiento independentista en la Mega Estación Espacial de Urano.

Sobre las tres de la tarde llegaron a Cirueña después de atravesar un área de descanso para peregrinos y un área turística que contenía un campo de golf, una urbanización y servicios básicos para los turistas. Teo y Sheila accedieron al centro urbano del pueblo y localizaron un bar con bastante historia en el sur del municipio  que se encontraba bastante lleno y en el que comieron junto a otros peregrinos. Esta vez fueron atendidos y servidos por un androide y cuando terminaron de comer y tomarse el café, Teo le dijo a Sheila que esta vez se iba a dejar invitar por la joven a la vez que llamaba al autómata para que su socia de viaje pagara pero esta le dijo al robot que prefería pagar en la barra. Los dos se dirigieron hacia ese punto del restaurante y cuando Sheila le pidió la cuenta a la persona que se encontraba allí, esta la miró, recapacitó durante un par de segundos y le dijo que invitaba la casa, algo que sorprendió sobre todo al viejo. Mientras salían del restaurante Teo le dijo a Sheila que había tenido la suerte del principiante y esta dibujó una sonrisa en su cara a la vez que señalaba a una Iglesia que se encontraba cerca mirando a a su compañero de viaje como queriendo decirle que era hora de su siesta en un entorno sagrado. En una placita anexa a la Iglesia dedicada a San Andrés Teo se echó una siesta de media hora mientras Sheila atendía a su proceso de aclarar ideas, origen de todo aquel periplo. 

Cuando los dos estuvieron preparados se dirigieron al noroeste del pueblo para retomar el último tramo de la etapa el cual discurrió tranquilamente hasta que alcanzaron el núcleo urbano de Santo Domingo de la Calzada sobre las seis de la tarde tras dejar atrás un pequeño polígono industrial, lo que les dejaba margen para visitar varios puntos interesantes del municipio después de depositar sus pertenencias en un hostal bastante céntrico. El primer lugar que visitaron fue la Catedral del pueblo, de muchos estilos arquitectónicos, y cuya torre de estilo barroco exenta al edificio era visible desde muy a lo lejos debido a sus sesenta y nueve metros de altura. Teo y Sheila continuaron con su travesía por las calles del pueblo encontrando monumentos históricos como la Abadía Cisterciense y el Convento de San Francisco, entre otros edificios dignos de admirar por su antigüedad y belleza como la Casa de Trastámara y que apasionaban al viejo, quien le iba explicando a su compañera algo de historia del arte, despertando cada vez más el interés de Sheila por esta rama de conocimiento. 

Cuando eran las diez de la noche, la muchacha y el viejo emprendieron el camino hacia el hostal que habían reservado y en una de las calles fueron interceptados y saludados por un androide que se aerodeslizaba con el objetivo de entregarles un tríptico recién salido de una rendija electrónica en la parte superior de su cuerpo y que anunciaba el concierto a las once de la noche de una banda híbrida de jazz en un pub del pueblo. Cuando el androide se alejó Teo le dijo a su compañera que la siguiente etapa del Camino no era larga así que no tenían porque madrugar por lo que le parecía una buena idea asistir al concierto y despejarse un poco con el espectáculo. A Sheila también le pareció bien y añadió que debía ser la misma banda de música a la que David fue a ver en Nájera y que probablemente estaban de gira por la zona. Ambos se dirigieron hacia el pub, el cual estaba bastante lleno, se sentaron en una mesa y pidieron algo de beber a un androide que se ocupaba de esa zona de mesas. Al fondo se encontraba el escenario donde se encontraba un robot sentado en la batería y otro portando un contrabajo, iban vestidos con ropajes elegantes y parecían que estaban en modo reposo con la cabeza semi inclinada hacia el suelo. Los demás miembros de la banda, de carne y hueso, se encontraban charlando con el dueño del local en el lado de la barra más próxima al escenario e iban vestidos de forma similar a los robots que se encontraban ya en el escenario. Aún quedaba un cuarto de hora para que comenzara el concierto así que tras darle un sorbo al cóctel sin alcohol que había pedido Teo, este se dirigió a Sheila, que también bebía de su refresco.

-¿Que tal llevas el proceso de aclarar ideas, compi? - Preguntó Teo.

-Pues solo te puedo decir que he descubierto que me gustan los entornos rurales más que las grandes ciudades y que me he dado cuenta, Teo, que eres una persona que admiro así que ahora tengo que reflexionar acerca de porqué lo hago e igual descubro cosas que quiero tener y hacer en mi vida. - Contestó Sheila para darle otro sorbo a su consumición.

-Gracias Sheila pero cada uno debe seguir su propio camino. Al final se trata de que encuentres la manera de construir una autoestima fuerte y para eso debes conocerte a ti misma. - Añadió el viejo.

-¿Y cómo puedo conocerme a mí misma? - Inquirió Sheila.

-Pues empieza por identificar las cosas que te hacen feliz y que no dependen de cosas que no puedes controlar para crear un refugio interior al que volver cuando la vida te golpee con fuerza. La vida es como un gimnasio psicológico que quiere volvernos resilientes por motivos misteriosos así que por mucho que te escondas en los bosques este entrenamiento debe continuar de una forma u otra. El conocerte a ti misma debe comenzar por dejar de castigarte en medio de la soledad y reconocer que defectos personales puedes tolerar durante toda tu vida y cuales son los que debes cambiar para valorarte a ti misma. Cuando resuelvas eso podrás mirar con más claridad hacia el futuro. - Replicó Teo poniendo una mano sobre el hombro de su socia de viaje.

-Pero es que me da envidia la gente que nace con una vocación y la persigue desde el principio. Yo no se que hacer con mi vida. - Dijo Sheila poniendo su mano sobre la mano que había depositado el viejo en su hombro.

-Pero tienes tiempo y recursos para poder explorar. Hay un montón de gente que le gustaría estar también en tu situación, es decir, que les gustaría poder empezar de cero. Me he dado cuenta que eres una persona curiosa en general por lo que con el paso del tiempo y prestando mucha atención encontrarás que quieres hacer. - Expuso Teo retirando su mano.

-Suelo encontrar ese tipo de respuestas cuando hablo sobre este tema con alguien y el tiempo va pasando y mis dudas van creciendo. Y me entran ganas de llorar porque soy una persona rara que no se autorrealiza con lo que la gente suele hacerlo. - Añadió Sheila con la mirada perdida en el fondo del local.

-Esta claro que eres una persona singular, Sheila. Eres valiente y toleras muy bien la soledad en un mundo cada vez más interconectado. Y aunque no te lo creas esto son virtudes que a muchísima gente le lleva muchísimos años de su vida alcanzar, si consiguen hacerlo claro. Alégrate por ello y deja de preocuparte por hacer algo con tu vida porque ya lo estas haciendo recorriendo el Camino de Santiago, conociendo gente nueva e informándote cuando puedes de aquellas cosas que se te escapan de las manos. La educación te mete en la cabeza que tienes que ser muy bueno en algo para servir a la sociedad pero por otro lado también hay que saber defenderse en muchas cosas para servirse a uno mismo y tú, en estos momentos, te estás sirviendo a ti misma. Ya verás como en este proceso de exploración y de conocerte a ti misma encontrarás aquello que te haga sentir bien y te acabarás especializando en ello. Antes era un problema porque te tenías que ganar la vida pero ahora con la renta universal puedes sobrevivir sin la necesidad de que esa especialización se transforme en ingresos económicos. Sí, es una renta modesta, pero da para sobrevivir si limitas tus necesidades. - Planteó Teo.

-Nunca lo había visto de esa manera. Gracias Teo. - Manifestó Sheila volviendo a mirar a su compañero.

-Recuerda, conócete a tí misma, no te castigues y vive prestando mucha atención. Si consigues hacerlo superarás a mucha gente con vocaciones tempranas. Por cierto Sheila ¿Sabes que es el jazz? - Preguntó Teo cambiando de tema.

-Pues la verdad es que no. Solo de oídas. - Dijo Sheila sorprendida por el viraje de la conversación.

-Es un estilo musical que no se apega de manera estructurada a una partitura. Se basa en la interpretación libre y la improvisación lo que permite que la imaginación de los músicos vuele libremente. Ahora lo escucharás y al principio te chocará hasta que comiences a encontrarle el sentido armónico que busca la banda. - Manifestó el viejo.

-¡Joder, que guay! Suena muy bien. - Exclamó Sheila mirando el escenario.

-Pues algo parecido estas haciendo tu ahora mismo con tu vida compi y a mí también me suena bastante bien. - Añadió Teo antes de darle otro trago a su cóctel.

La conversación que mantenían Teo y la muchacha se cortó cuando el cantante que portaba una guitarra eléctrica se dirigió al público para introducir el espectáculo. Tras la breve ponencia, el primer tema comenzó a sonar y Teo lo identificó rápidamente como "So What" de Miles Davis, una obra maestra bastante antigua de aquel género musical. Sheila vio tan encandilado al viejo que dio la conversación por acabada para comenzar a prestar atención a la música que allí sonaba en directo y que era nueva para ella. No tardó en darse cuenta que le gustaba bastante acompañando este pensamiento con ligeros movimientos de cabeza siguiendo el ritmo musical que Teo observó dibujando una sonrisa en su cara. La banda hacía participar al público en cada canción de distintas formas, haciendo muy ameno y agradable el concierto. El espectáculo duró aproximadamente dos horas con una muy buena calidad de ejecución según la opinión del viejo. Cuando acabó el concierto Teo se dirigió a la barra para pagar las consumiciones que ambos habían tomado y se acercó al líder de la banda con el que estuvo hablando un par de minutos. Cuando acabó, Sheila y su socio de viaje abandonaron el pub y en el camino hacia el hostal a través de las calles que se encontraban casi desiertas Sheila se notó con un muy buen estado de ánimo que atribuyó a lo bien que se lo había pasado durante el concierto y a la conversación con Teo antes de que la música empezara a sonar lo que le llevó a pensar, como en otras ocasiones, en la suerte que había tenido al conocer al viejo. Ambos llegaron al hostal charlando acerca de los gustos musicales de Teo, que él mismo definió como pasados de moda y que Sheila no llegaba a reconocer, entre otras cosas, porque la música no era una de sus pasiones. Y así fue como concluyó para nuestros protagonistas su segunda etapa del Camino de Santiago.


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