EPDT: 4.- UNA SENSACIÓN AGRIDULCE

El exologos de Tristán volvió a cambiar de rumbo otra vez en dirección a Presea para asegurarse que estaba recorriendo el trayecto más directo hacia las profundidades del Mundo Intangible. El líder de la empresa consideró que la conversación con Peikpei supuso el logro que la anterior trayectoria buscaba así que era hora de seguir el sentido común. Con el paso de una cantidad bastante considerable de eones Tristán no consiguió descubrir nada nuevo pero eso no le desanimó ya que al final estaba buscando una aguja en un pajar y eso requería de una paciencia poderosa. Una paciencia que bastante más adelante dio su fruto al localizar restos del bello orná, un material precioso producido por los colosales Leviatanes cuando excretaban. Tristán entonces decidió desacelerar hasta parar manteniendo una distancia considerable con respecto a su nuevo descubrimiento y rápidamente contactó con Mahdi y Sigrid para hacerles saber el motivo de esa maniobra que no era otra que hacer una valoración acerca de los riesgos que supondría intentar alcanzar el orná para cargarlo en el exologos.

-Creo que en total hay cuatro piezas entre las cuales una es bastante más grande. Si pudiera acercarme lo suficiente para que los soldados pudieran cargarlo cubriríamos considerablemente los gastos de esta empresa. - Dijo Tristán empleando el lado axial de su mente.

-Nunca había oído nada acerca de este material ¿Qué es? - Preguntó Mahdi también telepáticamente.

-El orná es un material excretado por los Leviatanes que reacciona a la atención de quien se fija en él produciendo brillos y creaciones dentro de él que embelesan a quien las mira. Es un material precioso carísimo porque esta muy cotizado por los orfebres de gran prestigio en el Mundo Intangible y es muy escaso ya que se mueve en unas esferas particulares que siempre son las mismas. Cuentan que también que ciertos maestros son capaces de imbuir propiedades al orná con la finalidad de elaborar objetos que proporcionan efectos mágicos para sus portadores. Si nosotros pudiéramos hacernos con esa cantidad su valor sería incalculable en Edén. - Aclaró Tristán.

-Ya, pero parémonos a pensar Tristán. Por lo que sé el Creador atiende a este tipo de recurso y los Aurifos siguen su atención para recogerlo y gestionarlo ya que es muy escaso. Que nos hayamos topado con esta pequeña cantidad es algo raro. - Expuso Sigrid desde sus aposentos.

-Por eso lo estoy consultando con vosotros. - Añadió Tristán.

-En mi opinión corremos dos riesgos. Que el Leviatán que lo ha expulsado este cerca y pueda tragarnos o que ese orná haya sido puesto ahí como trampa para una emboscada por parte de quien sabe que amenaza. Me vienen a la cabeza los Setpeirs o proscritos de otras razas. En mi opinión deberíamos seguir nuestro camino y dejarlo ahí. - Dijo Sigrid pese a que le interesaba que el orná acabara en las arcas de la expedición.

-Yo me abstengo de opinar porque desconozco el tema pero si puede suponer una amenaza para esta misión yo no correría el riesgo. - Intervino Mahdi. -Hemos venido a explorar y descubrir y no a enriquecernos.

-Es mi responsabilidad correr con los gastos de esta empresa y veo en ese orná el potencial de aliviar mi carga financiera. Os propongo mi plan. Primero ejecutaría la teletransportación hasta donde se encuentra el objetivo, los soldados estarían listos para recogerlo y saldríamos echando leches de ahí. O viceversa acercarnos hasta el orná recogerlo y acto seguido teletransportarnos. Lo suyo serían dos teletransportaciones para llegar y huir pero con mi capacidad mental es imposible. Ya me produce un cansancio bastante considerable una para plantearme hacer dos seguidas. Podría fracasar y quedarnos expuestos ante una posible amenaza. - Dijo Tristán.

-¿Y si enviamos a los soldados directamente a por el orná desde aquí? - Preguntó Mahdi.

-La velocidad del exologos es mucho mayor, podrían quedar expuestos al enemigo. - Contestó Tristán esperando que Sigrid aportara su sabiduría.

-Creo que la opción de dejar la teletransportación para la huida es lo mejor. Si al acercarnos algo huele mal podemos utilizarla para abandonar el lugar. Si la utilizamos desde un principio nuestra capacidad de huida sería limitada. - Dijo Sigrid.

-Sigrid ¿Qué te dice tu mente temporal?¿Eres capaz de detectar algo en el futuro cercano? - Pregunto Tristán.

-No me hace falta utilizarla. El riesgo es grande. Es algo raro que ese orná no haya tenido ya pretendientes. Además la cantidad también desprende malos olores. Los Leviatanes suelen excretar bastante mayor cantidad. - Respondió Sigrid.

-Recuerda que el orná es perecedero y se disuelve en el éter si no es tratado a tiempo. Eso también podría explicar la anómala cantidad que hemos localizado. - Añadió Tristán.

-Como líder de esta expedición te corresponde a ti Tristán elegir que es lo que vamos a hacer. - Aclaró Sigrid intentando ir al grano debido a que le parecía que pese a los consejos que el líder de la expedición buscaba ya tenía claro que es lo que iba a hacer.

-Bien. Pues la decisión está tomada. Avisad a los escoltas que preparen su avatar exterior y que cuando lo consigan se enganchen a algún punto de mi estructura para llegar hasta allí. Así evitaremos el tiempo que necesitan para cambiar de Avatar en el espacio exterior. Cuando estén listos hacedme una señal y comenzaré el trayecto hasta allí - Expuso Tristán dando por finalizada aquella conversación telepática a tres.

Al rato Mahdi le hizo una señal a Tristán y su avatar exterior representado por el gran exologos se fue acercando hasta el orná con mucha precaución pero a la máxima velocidad para poder evitar cualquier emboscada con rapidez. Cuando el exologos se encontraba lo bastante cerca del orná para que los soldados pudieran desengancharse y acudir a recogerlo, un exologos más grande que el de Tristán se materializó en las cercanías confirmando el augurio de Sigrid acerca de que todo aquello parecía una trampa. Tristán reconoció rápidamente aquella estructura enemiga y supo que se trataba de los piratas más famosos del Mundo Intangible, los Setpeirs. Rápidamente el líder de la empresa humana recibió un ataque psíquico digno de una mente bastante evolucionada en el lado axial que hizo que Tristán quedara incapacitado pese a su excelente entrenamiento en el lado funcional de la psique. Tristán había oído hablar de este modus operandi de esos piratas para asaltar las rutas recorridas por distintas razas del Mundo Intangible pero no pensó nunca que esos ataques fueran tan poderosos. Hasta donde sabía Tristán, los Setpeirs no eran grandes especialistas en el uso de las ramas de especialización mental por lo que era evidente que en aquel exologos enemigo viajaba algún miembro de otra raza distinta a ellos capaz de lanzar ese tipo de ataque. Sin embargo Tristán pudo sacar fuerzas para poder dirigirse a Sigrid y Mahdi y comunicarles que era necesario que ganaran tiempo de alguna forma hasta que pudiera recuperarse y salir de allí con el uso de la teletransportación.

Por otro lado, el equipo de escoltas de Mahdi siguió con la misión original de cargar el orná y así lo hicieron pese a que un número elevado de Setpeirs ya habían abandonado su exologos para asaltarlos y comenzar el asedio al avatar exterior de Tristán.  Tolomeo fue el primero en llegar al hangar con la esfera más grande de orná y acto seguido volvió a lanzarse al espacio exterior para escoltar a sus camaradas en el acto de traer el resto de la carga. Cuando Eld, Elvira y Bharat llegaron al hangar, Mahdi les dio la orden de permanecer allí para recuperar sus avatares de interior y correr a equiparse para la escaramuza que se les avecinaba. Y así fue que en cuestión de poco tiempo los tres soldados recuperaron su forma humana y tras equiparse parcialmente tan solo con sus espadas y escudos, estando desnudos sus cuerpos, se situaron en el hangar para defender la única puerta de entrada al exologos y la vida de Mahdi, quién estaba detrás de ellos con bastante entereza blandiendo una espada del mismo estilo que su escolta. Pese a que Mahdi no había recibido entrenamiento militar, sí que contaba con las virtudes necesarias, depuradas durante ciertas vidas terrenales, para afrontar aquella situación con valentía mientras pensaba donde estaría Sigrid que no había hecho acto de presencia.

Eld se asomó a la membrana que separa el espacio exterior del espacio interior del exologos y pudo ver a Tolomeo trabado en combate defendiéndose fervientemente con sus garras y pico del ataque de un grupo de Setpeirs armados hasta los dientes. Estaba claro que en esa situación era imposible que pudiera volver con sus camaradas y tampoco estos podían ir a socorrerlo ya que debían defender el hangar. De hecho la única posibilidad de salir vivos de allí era mantener a raya al enemigo hasta que Tristán pudiera ejecutar la teletransportación. También Eld pudo comprobar como más y más Setpeirs abandonaban su exologos para atacar. El número era incalculable y la desesperanza invadió a la tripulación humana. Con Tristán incapacitado y aquella abrumante inferioridad numérica tan solo era cuestión de tiempo que el exologos enemigo absorbiera su nave y todos ellos acabaran como prisioneros en el mejor de los casos. En el mejor, sus avatares serían destruidos y podrían reencarnar en sus correspondientes Cámaras de Existencia en Edén bajo la última copia de seguridad de sus mentes.

Los dos primeros Setpeirs llegaron a la membrana del hangar para asaltarlo pero de repente Tolomeo apareció y los agarró por sus cuellos con sus garras para alejarlos de allí y arrastrarlos de nuevo al espacio exterior. Y Justo cuando un grupo elevado de Setpeirs iban a entrar al hangar para que comenzara la invasión del avatar exterior de Tristán este se comunicó con Mahdi para decirle simple y llanamente que era la hora de abandonar ese lugar. Y así fue que la teletransportación se llevó a cabo con éxito hacia un punto situado más cerca de las profundidades del Mundo Intangible evitando  aquel destino aciago que les hubiera esperado si hubieran tardado un poco más en huir.

Cuando la tripulación fue consciente de aquel hecho rápidamente entró en júbilo pero esta emoción no tardó en ser eclipsada tras darse cuenta que Tolomeo no pudo seguirlos quedando atrapado en la invasión de Setpeirs. Tristán le dijo a Mahdi que transmitiera sus condolencias a Eld, Elvira y Bharat mientras pensaba que lo mejor que le podía ocurrir a aquel soldado era que hubiera sido abatido en combate o que hubiera huido hasta que se le agotara el maná o el tiempo existencial aunque Tristán sabía que los Setpeirs eran mucho más rápidos que el avatar exterior de los humanos de Edén. De todas formas no tardarían en saber el destino de Tolomeo cuando Mahdi pudiera contactar con Edén para saber si aquel se encontraba recomponiéndose en su Cámara de Existencia tras ser destruido en combate o, al contrario, no tuvieran noticias de su reencarnación lo que indicaría que habría sido echo prisionero o estaría atrapado en el espacio exterior hasta que su maná y tiempo existencial se acabaran. 

Al rato de que la tripulación, ya con un miembro menos, estuviera bajo esa sensación agridulce que era el producto de la supervivencia y la pérdida de un camarada con el que habían convivido durante un largo tiempo, Sigrid apareció en el hangar en silencio con la mirada puesta en Mahdi. Eld no pudo reprimirse y fue corriendo hacia ella con la intención de darle un puñetazo mientras gritaba que donde coño se había metido durante los momentos difíciles pero Sigrid interceptó el puño y haciendo gala del conocimiento de ciertas artes marciales le aplicó una llave a Eld que lo dejo arrodillado ante ella. Elvira y Bharat entonces corrieron para socorrer a Eld pero una mirada de Sigrid bastó para que se frenaran en seco. Acto seguido Sigrid liberó a Eld mientras no dejaba de mirar a Mahdi como si se estuviera comunicando telepáticamente con él. Aquella muchacha perteneciente a la dinastía de la Casa Sagrada del Fénix Rojo abandonó el hangar con el orná y el diplomático la siguió dejando su espada en aquel lugar  haciéndole un gesto a Elvira para que se encargara de ella. 

Eld, Elvira y Bharat se dirigieron a la bodega de carga para vestirse con sus uniformes militares y dejar el equipamiento de guerra mientras se quejaban de la poca visión que había tenido Tristán queriendo hacerse con aquella carga y que les había costado la perdida de Tolomeo. Los tres soldados aún estaban alterados por la acción vivida y decidieron ir a la sala común para seguir despotricando sobre Sigrid y Tristán olvidándose de que este último podía escucharlo todo pero el líder de la expedición estaba atendiendo otros asuntos, en específico, atendiendo a su nueva ubicación tras la teletransportación y realizando las maniobras necesarias para reanudar la marcha tomando como referencia a Presea. Tras esas acciones de Tristán y estando Mahdi y Sigrid en sus respectivos camarotes, este comunicó telepáticamente con ellos para dar comienzo a una reunión donde los tres tenían mucho que aportar y hablar. Había faltado poco para que la decisión de Tristán se convirtiera en una tragedia en vez de en un éxito empañado por la pérdida de un tripulante, aunque fuera tan solo un simple peón en aquel tablero de ajedrez.


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