EPDT: 7.- EXPLORACIÓN Y CONTACTO

Tristán alcanzó la superficie de esa nueva esfera de existencia sin utilizar su derecho a darle un nombre debido a que pensó que primero quería conocer que habitantes encontraría en ella. Las posibilidades eran varias pero todo apuntaba que allí residía algún tipo de vida inteligente que dio origen a la esfera de existencia ya que si se tratara del hogar de un Agente Primigenio esta debería ser lo suficientemente antigua para que los registros de Edén tuvieran constancia. El líder de la expedición entró en contacto con el éter de la atmosfera lo que quería decir que en poco tiempo y como un proceso automático perdería su gran avatar exterior para adquirir su avatar interior representado por su forma humana pero eso no era lo que quería ya que si esto pasaba no podría volver a recuperar su avatar exterior al necesitar para que eso ocurriera entrar en contacto con el éter del espacio exterior. Para ello los nexos utilizaban cierta ingeniería rudimentaria que consistía en traspasar casi todo su maná y tiempo existencial a unos acumuladores para que la transición de un avatar a otro no pudiera tener lugar por insuficiencia de recursos así que pese a estar en contacto con el éter de dentro de la esfera de existencia, el avatar exterior de Tristán permanecería intacto. Tras una breve exploración buscando un sitio adecuado para aterrizar y que confirmó que la esfera de existencia era joven por no detectar ninguna estructura ni trabajos mentales, el líder de la expedición optó por un valle que le proporcionaba cierto resguardo de miradas lejanas e indeseadas y llevo a cabo la maniobra oportuna.

Ya asentado en la superficie el exologos, Tristán comunicó telepáticamente con Mahdi para recordarle que antes de iniciar la exploración debían vaciar completamente la bodega de carga ya que en caso de que Tristán optara por adquirir su avatar de interior la reacción energética dada destruiría todo lo que no fuera la propia estructura del exologos pero antes la tripulación tuvo que prepararse para la aventura que les esperaba. Los escoltas de Mahdi se colocaron sus armaduras completas de éter endurecido elaboradas artesanalmente en Edén, cogieron sus espadas, arcos, carcajes con flechas, escudos ovalados y macutos ligeros donde introdujeron sus pertenencias personales. Mahdi optó por uniformarse con las vestimentas elegantes típicas de los diplomáticos así como equiparse con un bastón que lo identificaba como el representante de Edén en esas tierras, un macuto con lo básico y su espada que esperaba no tener que utilizar. Por otro lado Sigrid se equipó con sus dos hachas de mano que colgó en su cinturón, un peto que protegía su tronco superior y que estaba imbuido en maná haciendo mucho más efectiva la protección y que provocaba un brillo llamativo, una espada de mano que colgó sobre su espalda, un escudo pequeño fijado a su antebrazo y una gran mochila donde, entre otras cosas, decidió depositar el orná para que estuviera a buen recaudo. Sigrid también pintó sus mejillas y frente con líneas de tinta azul, una tradición vikinga que le gustaba mantener tras su ascensión al Mundo Intangible. El resto de cosas de la bodega de carga y aposentos privados de Mahdi y Sigrid que decidieron no llevar consigo en la expedición y que no eran demasiadas las envolvieron con diligencia y las escondieron en una pequeña cueva que quedaba cerca de donde Tristán había aterrizado. Cuando se cercioraron de que el exologos estaba ya limpio se prepararon para iniciar la exploración a pie de la esfera de existencia, despidiéndose de Tristán uno por uno. Este les deseo suerte y claridad en la exploración mientras pensaba que ojalá no tardaran demasiado en hacer contacto con la supuesta vida inteligente de aquel lugar y volver con buenas noticias. 

La expedición tomó su curso siguiendo el valle y tras unos eones andando decidieron subir a una de los picos con los que se cruzaron para poder echar un vistazo más claro a los horizontes que les rodeaban compuestos por desiertos y llanuras interminables lo que reflejaba que la zona montañosa desde la que habían partido no era la tónica general. El grupo optó por dirigirse hacia las llanuras y cuando habían caminado bastante decidieron parar para descansar y dormir ya que debido al largo viaje desde Edén hasta allí habían perdido parte de su resistencia física para afrontar esa larga caminata. Cuando se despertaron iniciaron la marcha de nuevo por las aquellas llanuras que parecía que jamás se acabarían. 

-Mahdi, al igual que eres capaz de comunicar con Edén ¿Porqué no intentas comunicar con alguna mente de la raza que estamos intentando localizar? - Preguntó Bharat.

-Eso es imposible Bharat. Para utilizar la telepatía primero debes conocer ciertos detalles y modus operandi de la mente objetivo. Y aún no tengo ni idea de ese tipo de aspectos que presentan las mentes de la vida inteligente autóctona de este lugar. - Respondió Mahdi.

-Otra pregunta ¿Por qué no hemos explorado esta esfera de existencia con el exologos de Tristán y tenemos que hacerlo a pie? - Indagó Bharat rascándose la cabeza.

-Por una sencilla razón. Tristán debe mantener cerrados los acumuladores de maná y tiempo existencial ubicados en el exologos que es. En el momento en que decida abrirlos se daría una reacción energética que le devolvería a su forma humana. Por esa razón también no puede comunicarse telepáticamente con nosotros durante la expedición. En otras palabras, ahora mismo Tristán esta atado de pies y manos. Tan sólo puede portar encima el tiempo existencial necesario para garantizar su supervivencia a corto medio plazo. - Contestó Mahdi esbozando una leve sonrisa en su cara.

-¿Entonces vamos a contrarreloj? - Preguntó Eld.

-Yo no lo diría así pero tampoco podemos tirar el tiempo. - Se adelantó Sigrid a Mahdi para contestar.

-Entonces ¿Ahora mismo Tristán esta totalmente expuesto a cualquier ataque que pueda sufrir? - Inquirió Eld.

-Esta expuesto pero a la vez bastante protegido por la estructura externa de su avatar exterior. Es difícil asaltar un nexo ya que si este está cerrado a cal y canto se necesita de cierto poderío para acceder a su interior. La piel externa del exologos esta formada por un éter extremadamente resistente. Además Tristán siempre tiene la posibilidad de abrir los acumuladores y recuperar su forma humana para poder reaccionar. Eso sí, si tomara esa decisión serían malas noticias para nosotros. Al fin y al cabo dependemos de que mantenga su forma de exologos para poder abandonar este lugar ya que no podría recuperar su avatar externo al no poder entrar en contacto con el éter del espacio exterior. Aquí no hay instalaciones preparadas para eso como en Edén. - Dijo Mahdi haciendo gala de sus conocimientos sobre la otra parte de la rama axial que él no dominaba.

El grupo de seis miembros siguió avanzando regularmente y parando cada ocho eones para acampar, dormir y recuperar fuerzas. Cuando hicieron esto dos veces pudieron vislumbrar a lo lejos otra sierra formada por montañas altísimas y conforme se fueron acercando se dieron cuenta que sus cimas estaban llenas de aberturas dando lugar a estructuras naturales que eran capaces de engañar a los sentidos porque bien parecían que hubieran sido talladas deliberadamente por la mano de alguna vida inteligente. Sigrid le comentó al grupo que ese nuevo bioma que se quedaba a su derecha se podía comportar como un bastión fácilmente defendible de amenazas externas así que era indispensable ascender hasta esas posiciones para explorar. Además la intuición de la ex vikinga le dijo que allí encontrarían algo seguro por lo que la expedición puso rumbo hacia aquellas estratosféricas colinas pensando que a las malas podrían volver a contemplar los horizontes. 

La compañía liderada por Sigrid ante la ausencia de Tristán comenzó el ascenso hacia lo alto de aquella espectacular cordillera. Al principio el trayecto fue asequible pero poco a poco el terreno se volvió más inclinado y escarpado presentando serias dificultades para el grupo cuando ya llevaban más de un eón ascendiendo. Cuando llegaron a cierto punto se encontraron con relieves altos  e irregulares que se asemejaban a diminutos riscos y que les sirvieron como puntos de agarre para llevar a cabo lo que ya se había convertido en una casi escalada, lo que redujo considerablemente la velocidad con la que avanzaban hacia el punto más alto de ese lugar. Bharat tenía experiencia como escalador así que iba en la cabeza de la expedición dirigiendo el paso y eligiendo el camino más fácil para sus compañeros hasta que llegó un momento que este se paró con la intención de que sus camaradas le alcanzaran.

-¿Que pasa Bharat?¿Porqué te has parado? - Inquirió Sigrid mientras observaba todo el camino que habían dejado atrás.

-Estas colinas tienen ojos. Nos observan. He llegado incluso a ver a uno de ellos. Son muy rápidos y se mueven por estas zonas casi impracticables con mucha soltura. Tenías razón Sigrid. Ahí arriba nos está esperando algo. - Comentó Bharat señalando a la cima.

-Si fueran hostiles ya habrían aprovechado la ventaja  de estar posicionados en terrenos más elevados que nosotros para atacarnos. Debemos seguir ascendiendo. - Agregó Sigrid.

-Entendido. Darme algo de margen para volver a adelantarme a vosotros. - Dijo Bahrat mirando hacia lo alto de la montaña.

Al grupo le tomó dos eones más llegar hasta lo alto de la montaña que junto con muchas otras conformaban la basta cordillera. Allí comprobaron la belleza de ese lugar, algo que jamás habían visto ya que las aberturas en los laterales de la cima daban acceso a un sistema de cuevas bien iluminadas que se expandían hacia el centro del complejo montañoso. Sin embargo Sigrid ejerció como líder y prefirió escoger avanzar por la parte exterior de la cima y evitar recorrer las cavidades naturales dónde podrían ser emboscados con cierta facilidad en caso de una actitud hostil de los misteriosos habitantes del lugar que aún no habían dado la cara.

Desde esa nueva posición la expedición pudo ver como una montaña de similares características reinaba sobre el entorno y su cima había estaba recortada con un patrón bastante habitable excepto su periferia sobre la que se alzaban estructuras etéricas de corte irregular que representaban la verdadera altura de la montaña y que se unían en el centro ejerciendo como grandes bóvedas. Aquel lugar parecía perfecto para acoger a un asentamiento cívico por lo que a la señal de Sigrid y tras haber descansado un rato el grupo se puso en marcha hacia allí. A esas alturas los cinco componentes de la expedición ya habían podido observar a algún miembro de aquella especie singular por lo que Mahdi pensó que ya quedaba poco para el ansiado encuentro con ese tipo de vida inteligente. y, por otro lado, se vino arriba por la reputación que ganaría si conseguía entablar una relación positiva con una especie no catalogada aún por nadie.

Los cinco integrantes de la expedición llegaron a aquel lugar que desprendía cierto misterio y se sorprendieron al ver al fondo de aquel inmenso patio natural un trono  alzado sobre el suelo con una estructura de trozos de éter más densos y claros que los que en aquel ambiente se podían encontrar. Toda aquella estructura estaba tallada con trazos que daban lugar a imágenes no muy definidas ni artísticas pero que servían para entender que el trono era el epicentro de la actividad social del lugar. Estos trozos formaban una escalera que daba al centro del área que contaba con bastantes columnatas rústicas bien separadas entre sí que claramente inducían en el pensamiento que habían sido llevadas a cabo artificialmente a base de amontonar grandes bloques que iban reduciendo su tamaño conforme llegaban hasta su parte superior y que alcanzaban una altura de aproximadamente cuatro metros. Estas columnas estaban erosionadas en su parte inferior con muchísimos arañazos verticales como si de unos tótems de entrenamiento se trataran La expedición se detuvo en la parte de aquella área despejada de toda estructura atendiendo con mucho ahínco a cualquier movimiento que pudiera darse ya que de alguna forma u otra estaba claro que no estaban solos allí. El grupo se sentía observado y realmente era así ya que todos coincidieron en que habían detectado cierto movimiento entre las estructuras con la intención de lo que parecía ser esconderse de la presencia de ellos. Eld, Elvira y Bharat llevaban sus manos sobre las empuñaduras de sus espadas aún envainadas y delante Sigrid y Mahdi simplemente observaban esperando que algún representante de aquella civilización diera la cara para entablar el contacto. 

-Sigrid tu eres la líder de la expedición pero si hacemos contacto con algo yo estoy habilitado para dirigir las conversaciones así que te tengo que pedir que si eso ocurre te mantengas en un segundo plano. - Dijo Mahdi sin quitar ojo a todo lo que tenía enfrente.

-Me parece correcto pero si la cosa se pone fea volveré a recuperar el liderazgo. - Comentó Sigrid haciendo lo mismo.

-Tan solo espero que esta raza domine el lenguaje álmico lo que significaría que su forma de ascender al Mundo Intangible es similar a la nuestra. Soldados, mantened vuestras armas envainadas todo lo que podáis. No queremos desencadenar una reacción hostil. De momento parecen pacíficos. - Añadió Mahdi dando un par de golpes con su bastón de diplomático en el suelo natural.

Tras un rato parados frente a las columnatas que seguían un patrón irregular a ambos lados de un pasillo bastante amplio que desembocaba en aquel trono, Mahdi, convencido totalmente de que allí no estaban solos por ciertos ruidos que llegaban de detrás de las estructuras y ciertos movimientos detectados en lo alto de las bóvedas naturales de la cima de aquella montaña, decidió articular palabra en un tono lo más alto posible para asegurarse de que su mensaje era escuchado por doquier.

-Saludos cordiales habitantes de este lugar. Mi nombre es Mahdi Abbasi y soy el representante de la raza humana en este lugar. Venimos de una esfera de existencia como esta llamada Edén con intenciones amistosas y pacíficas. Nos encantaría poder entablar contacto con alguien de vosotros, a poder ser con vuestro líder, para compartir tiempo y palabras.

Tras unos segundos de silencio comenzó a escucharse un coro de sonidos todos parecidos y graves como si de una resonancia de cuerdas vocales se tratara y que reveló la posición de los miembros de aquella raza. La mayoría de ellos se encontraban situados detrás de las construcciones rudas de aquella área y Sigrid intuyó que no debía de haber muchos individuos de aquella especie por la cantidad de sonido total que se escuchaba. Aquella especie de ronroneo poderoso acabó por silenciarse pero nadie dio la cara para entablar algún tipo de contacto.

-Repito. Venimos con intenciones amistosas y pacíficas. Podéis comprobar que estamos en inferioridad numérica con respecto a vosotros. - Expuso Mahdi con un tono de voz fuerte.

El mismo sonido que se escuchó la primera vez volvió a inundar el lugar con la diferencia de que los miembros del grupo pudieron ver como, pese a la luz abundante del lugar proporcionada por las aberturas de la cima de la montaña, un número considerable de ojos brillantes les miraron por poco tiempo para volver a esconderse tras sus correspondientes estructuras. Al rato aquel sonido, que incluso era agradable para los oídos del grupo, volvió a silenciarse. Justo cuando Mahdi se preparaba para volver a pronunciar palabra una voz se escuchó desde el fondo del lugar donde se encontraba aquel trono rústico.

-Sois forasteros y por experiencia no soléis traer nada bueno para nosotros. Aunque sois distintos a ellos ¿Qué nos debe hacer confiar en vosotros? . Preguntó el que se suponía que dirigía el cotarro en aquel lugar.

El sonido coral extravagante emitido por de alguna manera por aquella especia comenzó a retumbar por el lugar de nuevo hasta que, como en las veces anteriores, se silenció pero esta vez el tañido de lo que parecían ser las garras de bastantes individuos rascando aquel éter bastante duro se hizo patente poniendo nerviosos a los tres escoltas quienes apretaron con fuerza las empuñadoras de sus armas mientras se miraban entre sí.

-Nuestra educación y nuestra valentía de ascender hasta este lugar pese a ser muy pocos. Si tuviéramos otras intenciones no habríamos actuado de esta manera. - Replicó Mahdi con gran entereza.

Cuando aquel sonido que emitían de una manera misteriosa aquella especie se reanudó, el miembro de ellos que llevaba la voz cantante gritó silencio consiguiendo que parara inmediatamente. Entonces el líder apareció de detrás del trono y ascendió por sus escaleras dando la espalda momentáneamente a Mahdi, Sigrid, Eld, Elvira y Bharat. Cuando alcanzó la parte superior de aquella estructura se puso cómodo sobre la basta silla. La anatomía de aquel individuo era parecida a la humana pero bastante más delicada y pequeña que no alcanzaba por bastante el metro y medio de altura. Su cuerpo entero estaba lleno de un pelo dorado semi largo y de su culo nacía una larga cola que dejo caer por las escaleras por las que había ascendido. Sus orejas eran puntiagudas, sus ojos brillantes como astros, su hocico pequeño y rosado del que nacían largos bigotes hacia los laterales y su boca era de tamaño proporcionado con respecto a los demás atributos de la cara y que a Elvira le recordó a la de un gato. Sin embargo el cuerpo se parecía más al de un mono ligero con extremidades largas que les permitía desenvolverse por aquellos terrenos difíciles con gran soltura y que el grupo pudo comprobar al ver ojos brillantes en puntos inalcanzables para un humano desprovisto de las correspondientes herramientas. Mahdi esperaba hablar con un Agente Primigenio que ejerciera como Gobernador pero visto lo visto el jefe era de la misma raza que sus súbditos lo que llenó de interrogantes la cabeza del diplomático.

A continuación el líder de aquella vida inteligente hizo un gesto con su mano derecha desde el trono y cuatro miembros de su raza se sentaron en el principio de la escalera con posturas bastante relajadas y los miembros que se encontraban escondidos tras las columnatas escalaron hasta lo alto de estas y se sentaron sobre sus dos patas traseras.  De las bóvedas naturales situadas a gran altura se descolgó un pequeño grupo de ellos con dirección a los flancos despejados de aquella área y cuando llegaron permanecieron de pie sin quitar ojo su líder. El color del pelo de cada uno de ellos era diferente y uniforme a lo largo de todo su cuerpo y un vistazo a los más cercanos desveló que poseían unas potentes garras en sus manos y pies. Sigrid pudo contar que no habrían más de cuarenta individuos de aquella misteriosa raza en aquel lugar posicionados estratégicamente con gran inteligencia para rechazar cualquier posible amenaza. Cuando aquella maniobra que bien podría definirse como militar acabó, el silencio reino en la inmensa sala durante unos segundos antes de que el jefe de aquellos secuaces volviera a hablar.

-Compartir tiempo y palabras dices. Bien, pues que así sea pero he de avisaron que si decidís ser aliados nuestros os granjeareis un enemigo poderoso que atormenta nuestra existencia en estas tierras. Entonces ¿Seguís interesados en vuestra oferta, forastero? - Preguntó el líder de aquellos misteriosos sujetos.


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