EPDT: 2.- UNA EMPRESA DE SIETE

La tripulación bajo la responsabilidad de Tristán se acomodó en el exologos en el que este se había convertido y que fue la consecuencia de un trabajo de diseño hecho con antelación con el objetivo de optimizar el maná invertido en la transformación y ser lo suficientemente cómodo y útil para sus pasajeros. El exologos estaba formado, en el piso superior por dos camarotes privados para el diplomático impuesto por el Ministerio de Logística y el miembro de la Casa Sagrada del Fénix Rojo impuesto por su líder, Esquizo. Luego había un camarote más grande destinado a los cuatro militares y una zona común para toda la tripulación. En el piso de en medio se encontraba la sala nuclear que recogía las correspondientes glándulas vitales de Tristán y que todo avatar poseía, en este caso más grandes de lo normal por ser del exologos en que se había convertido el líder de la empresa, representadas por la mental que distribuía el maná, la central que repartía el tiempo existencial y la de absorción que permitía que Tristán pudiera consumir ciertos recursos dado el caso. También en el piso intermedio y en la parte de atrás se encontraba un pequeño hangar desde el cual la tripulación podía abandonar el exologos para introducirse en el espacio exterior del Mundo Intangible una vez sustituido sus avatares de interior por los de exterior. En el piso inferior se encontraba una bodega de carga y los acumuladores de maná donde el nexo podía descargar su maná con el objetivo de llevar a cabo ciertas acciones que facilitarán la maniobrabilidad del exologos. Por último en la parte delantera estaba la cabina de mandos donde se encontraba la mente de Tristán y desde la cual gobernaba su nuevo imponente Avatar ovalado y liso.

Al contrario de lo que ocurría con el Universo o Mundo Cognoscible, las zonas más antiguas del Mundo Intangible se encontraban en el centro de este volviéndose más joven conforme se avanzaba hacia la periferia por lo que Tristán sabía que en las profundidades del Mundo Intangible había pasado más tiempo para que se dieran los factores necesarios para el surgimiento de nuevas singularidades o anomalías que eran lo que él trataba de descubrir por lo que puso rumbo hacía allí evitando la periferia en constante expansión. Y justo en esa ruta se encontraba Babilon, una esfera de existencia que solía visitar como consecuencia de que como nexo del Estado de Edén, él era responsable, junto con otros compañeros que dominaban esa rama de especialización mental, de conectar estas dos Esferas de Existencia. Tristán abordaría el trayecto ordinariamente sin utilizar la teletransportación ya que esta requería de la inversión de bastante maná y prefería reservarlo para otras ocasiones de necesidad así que surcaría el espacio exterior hasta allí. Este viaje duraría, a la velocidad que los exologos lograban alcanzar, unos cuarenta y ocho eones que representaban unos cuatro días de viaje en relación con el tiempo de la Tierra en el Mundo Cognoscible y que aprovecharía para ultimar cuales serían los siguientes pasos para alcanzar territorios desconocidos aún para las autoridades de Edén. Pero para eso aún quedaba mucho por recorrer siempre que no decidiera llevar a cabo alguna teletransportación que redujera esos tiempos.

Los cuatro militares sumados a la tripulación con el objetivo de proteger al funcionario diplomático se reunieron en la sala común anexa a su compartimento de camarotes donde se supone que pasarían mucho tiempo. La estancia era amplia y sus techos altos lo que la hacían bastante confortable, algo que Tristán tuvo en cuenta para facilitar que la tripulación no se agobiara con el paso del tiempo.

-La verdad es que tenía ganas de salir de la rutina del Campus Militar. Cuando el Capitán me dijo si quería participar en esto no lo dudé. - Dijo Eld, el más veterano entre sus camaradas.

-Yo tampoco. Además es un placer compartir esto con vosotros, según tengo entendido nos han escogido por ser los mejores de nuestras respectivas unidades. - Añadió Bharat haciendo contacto visual con sus otros tres compañeros.

-Es que es un poco frustrante. Elegimos ser militares por alcanzar un buen nivel del desarrollo funcional de la mente y lo único que podemos hacer es entrenar y entrenar para nada. Por eso están tan cotizadas las pocas misiones que salen. - Expuso Elvira.

-Es normal. Se supone que este plano debe ser más pacífico y noble que la maldita Tierra. Aquí se supone que todo es mejor, sin guerras que estallan por orgullo, racismo, religión o ambición. - Afirmó Bharat dando un golpe leve en la mesa.

-Pero cuando existe el campo militar en esta dimensión debe ser por algo. - Expuso Tolomeo

-Si, porque en este plano la humanidad convive con otras razas inteligentes y Edén debe estar preparada para cualquier cosa por si acaso. Es lo único que tenemos. - Aclaró Eld.

-Pues yo echo de menos algún conflicto y mas sabiendo que si nos destruyen podemos recomponernos en nuestra Cámara de Existencia. Que yo sepa la única guerra seria que nos tocó de cerca fue la guerra civil de la Casa Sagrada de Júpiter por controlar Ittar. Y el ejército de Edén se mantuvo al margen. Yo necesito caña. . Comentó Elvira mientras comenzaba a hacerse una ancha trenza con su pelo.

-Pues ya la tienes. Esta misión puede llegar a ser peligrosa si Tristán consigue descubrir algo. Si es así, tendremos que lidiar con algo nuevo y nunca se sabe. Según tengo entendido hay muchos peligros ahí fuera y potenciales adversarios que temer. El manejo de la espada es importante pero la mente lo es mucho más y nosotros no es que seamos especialistas en su uso. - Dijo Eld.

-Por ello debemos confiar en Tristán. Tengo entendido que fue uno de los mejores estudiantes de su promoción en la Academia y si le han dado permiso para llevar a cabo esta misión es porque le deben sobrar aptitudes. De momento este exologos es impresionante. - Planteó Bharat señalando al techo de la sala común en la que se encontraban.

-No te olvides de Mahdi. Para ser diplomático hay que demostrar ciertos niveles de dominio en los campos de especialización de la mente así que nosotros ponemos la espada y ellos sus mentes. Somos pocos pero conformamos un buen equipo. - Expresó Tolomeo.

-No se si lo somos pero deberemos serlo. Buenas a todos. Soy Mahdi Abbasi, diplomático del Estado de Edén y el motivo por el cual estáis aquí. - Dijo el alto funcionario mientras entraba al lugar donde se encontraban sus cuatro escoltas que se sorprendieron y rápidamente se pusieron de pie. - Tranquilos podéis sentaros. Os he de decir que os conozco un poco a todos debido al informe que me pasó el Ministerio de Asuntos Exteriores y estoy muy contento de poder contar con vuestros servicios aunque espero no tener que tirar de ellos. Esperemos que esta misión se desenvuelva en paz aunque nuestro destino sea incierto. - Proclamó Mahdi con una amplia sonrisa en la cara.

-Si que es rara esta misión. Nunca había oído antes nada igual. - Dijo Tolomeo.

-Porque es la primera de este tipo. La exploración de este plano corresponde a otras altas esferas pero al sufragar los gastos de todo esto Tristán se le ha permitido esta empresa de la cual no se espera mucho de ella. Pero cuando le han dado permisos para llevarla a cabo es por algo. Oye y ojalá tengamos éxito porque pasaríamos a formar parte de la historia de Edén y de la totalidad de este plano. - Añadió Mahdi.

-Y yo que pensaba que cuando moríamos íbamos a un cielo repleto de paz y amor. - Proclamó Tolomeo mirando a Mahdi.

-Ya sabes lo que dicen. De tal palo tal astilla. Aunque para mí es mejor que sea tal y como es. Vaya aburrimiento sería ese cielo que describes. A mi me encanta todo el misterio que envuelve a este plano. - Contestó Mahdi a la vez que se sentaba junto a sus escoltas.

-Pues yo a veces pienso que me hubiera gustado más volver a reencarnar en la Tierra. - Intervino Elvira arrancando ciertas expresiones de sorpresa entre sus compañeros.

-Eso es porque te faltan aventuras como esta que vamos a vivir. Fuiste seleccionada entre muchos humanos para ascender hasta este Mundo Intangible así que no se como puedes decir eso cuando eres una privilegiada. Cuántos quisieran poder disfrutar de este tipo de existencia. - Dijo Eld.

-Eso es. Desde Edén contribuimos a que todo lo que conocimos en nuestras últimas vidas en la Tierra sea más sostenible en el tiempo. Además he escuchado casos de Agentes como nosotros que han vuelto a nacer en la Tierra por decisión propia. - Añadió Bharat.

-Sí, se puede pero conlleva un gasto increíble de recursos que con nuestros honorarios es imposible abordar. - Dijo Eld.

-Bueno, tenemos una vida casi eterna por delante. Además ahora estamos de misión así que estoy intrigado por como afectará eso a nuestros honorarios. Seguro que ingresamos más del doble de lo normal. - Aclaró Bharat mientras miraba como Elvira llevaba bastante avanzada su trenza.

-Vaya ruina para Tristán. ¿Quién aceptaría invertir tantos recursos en su misión de exploración? - Preguntó Eld.

-Pues ha sido la  Casa Sagrada del Fénix Rojo. Cuentan que su dinastía ha convivido con la locura y quizás por eso decidió ser la mecenas de esta aventura. Por cierto ¿Alguien ha hablado ya con la representante de esta Casa adscrita a esta misión? - Inquirió Tolomeo.

-Al igual que yo parece que ha decidido no entablar contacto con la tripulación hasta que comenzase esta misión. Debe estar en sus aposentos haciendo a saber qué. Lo único que sé es que se llama Sigrid. - Contestó Mahdi.

-Esperemos poder hablar pronto con ella. Me interesa saber cuales son sus especializaciones mentales y habilidades. Somos pocos y todo aporta. Esperemos que todo vaya como la seda pero es importante saber a quien tienes al lado si la cosa se pone fea. - Dijo Eld.

-Tienes razón. Aunque como diplomático siempre me ha llegado información acerca de los miembros de la Casa Sagrada del Fénix Rojo. Parece ser que al haber convivido con la locura durante sus vidas en la Tierra son Agentes un tanto peculiares. Aman el riesgo, no tienen miedo a nada y su lealtad a su Casa Sagrada es muy poderosa ya que ya en el Mundo Cognoscible entablan contacto con ella a través de sus faltas de cordura temporales. - Aclaró Mahdi.

-Esperemos conocerla pronto así como a Tristán. - Comentó Tolomeo.

-No se cuando podremos hablar con Tristán pero desde luego ya os digo que es capaz de escuchar todo lo que decimos en este exologos en el que se ha transformado. - Expuso Mahdi juntando las palmas de sus manos.

-No jodas. Pues habrá que tener cuidado. - Dijo Elvira.

-Para nada. Es mejor que se entere de todo para que la convivencia sea mejor. No dudéis en criticar lo que os moleste porque es la forma de que Tristán tome cartas en el asunto para nuestro bien ya que vamos a pasar mucho tiempo dentro de su avatar. De hecho si queréis comunicaros con él yo puedo hacer de enlace. Como sabéis los diplomáticos tenemos desarrollado el lado axial de la mente. - Expuso Mahdi a la vez que echaba una mirada a los alrededores.

Los cuatro soldados asintieron con la cabeza a la última afirmación de Mahdi y después bajaron a la bodega de carga del exologos para comprobar que el equipamiento estaba en perfectas condiciones y subir lo necesario tanto a sus camarotes como a la sala común. Mahdi volvió a su aposento para estudiar ciertos aspectos de aquel periplo así como para contactar telepáticamente con el departamento de comunicaciones externas del Ministerio de Asuntos exteriores con el objetivo de informarles que hasta el momento todo iba bien.

A los cuatro días, tal y como estaba previsto, el exologos y la tripulación dejaron atrás Babilon, lo que supuso entrar en una parcela del Mundo Intangible desconocida para Tristán. A partir de ahí tendría que poner mucha más atención para evitar los peligros que le podían estar esperando y de los que era consciente debido a su formación como nexo. La empresa de esos siete elegidos iba viento en popa tomando como referencia a Presea, el único astro situado en el centro del Mundo Intangible y que señalaba la dirección hacia las profundidades más ancestrales del plano en que el se daba su actual existencia.


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