EPDT: 1.- SIGUIENDO UNA CORAZONADA

Esta lectura puede ser ambigua si no conoces el Universo en el que se basan las novelas y relatos que escribo. Por ello te recomiendo que si eres nuevo en el blog avances en otras secciones antes de comenzar con este relato. Perdona las molestias y gracias.

EL PERIPLO DE TRISTÁN


Tristán ya había tomado su decisión después de una larga lucha interna acerca de si sus próximos pasos que había planeado eran lo mejor para él en ese momento. El Estado de Edén ya le había concedido la excedencia que había solicitado y que le apartaría durante bastante tiempo del servicio que prestaba como Nexo en la ruta que conectaba a Edén con Babilon, una esfera de existencia bastante alejada que albergaba a todo tipo de singularidades que convivían entre si y que había despertado en Tristán las ganas de explorar el Mundo Intangible aprovechando su maestría en la especialización logística de la función axial de la mente, lo que le permitía poder teletransportarse cuando transformaba su avatar personal en un exologos. También había decidido que acometería la aventura en la más estricta soledad pese a los potenciales peligros que planteaba el Mundo Intangible sobre todo en lo que se refería a la navegación por el espacio exterior de este. Nada impedía a un Agente Inducido abandonar Edén pero era algo muy extraño que alguien lo hiciera para cumplir un objetivo como el que él perseguía. Tristán había contemplado también volver a renacer en la Tierra, algo que requería también de muchos recursos personales pero no le convencía la etapa histórica en la que estaba sumergida la humanidad que no era otra que los inicios de la Edad Media tras la caída del Imperio Romano y que no proporcionaba muchas oportunidades a la mayoría de la población pese a que no le costaría mucho alcanzar un nivel social alto que le abriera algunas puertas que le ayudarán a autorrealizarse mediante la exploración de tierras aún desconocidas para el hombre del Mundo Cognoscible.

Tristán había ahorrado suficiente tiempo existencial para poder llevar a cabo su deseo ya que había trabajado en un puesto de los mejor remunerados en Edén durante una cantidad considerable de tiempo. Sin embargo todos esos recursos no eran suficientes para sufragar los gastos que suponía ese periplo durante el tiempo que había planeado así que recurrió tanto al Estado de Edén, a todas las Casas Sagradas y otras organizaciones privadas que se encontraban en esta Esfera de Existencia para que valoraran la posibilidad de financiar su empresa. Muchos Agentes le habían dicho que aquello que pretendía hacer era una locura y que ninguna organización accedería a invertir recursos en su proyecto ya que pretendía llevar a cabo su andanza él sólo y porque esta no garantizaba ningún beneficio. Por otro lado Tristán, en su día, fue el mejor estudiante de la Academia Dominion durante varios cursos académicos llegando a dominar, unas más que otras, las cinco áreas de evolución mental así que cuando comentaba a su amplio círculo social sus próximos pasos todos le decían que era una forma de derrochar su talento y poner en riesgo su integridad vital. 

Al final la Casa Sagrada del Fénix Rojo fue la única que aceptó la solicitud de recursos de Tristán a cambio de una política de devolución de aquel préstamo bastante asumible y la imposición de una condición que consistió en que si lograba volver a Edén este se adscribiría a esta Casa Sagrada para prestar sus servicios en ella durante un extenso período de tiempo. Tristán aceptó y el tiempo existencial y maná solicitados le fueron trasvasados cuando todo estuvo listo lo que eliminó una de las barreras que le separaba de cumplir su sueño.

El siguiente obstáculo con el que lidió fue la negativa que recibió del Ministerio de Logística de Edén a su petición donde informaba sobre los detalles circunscritos a su intención de explorar los rincones del Mundo Intangible y entablar contacto con Esferas de Existencia aún desconocidas. Claro que tenía libertad para recorrer el espacio exterior del Mundo Intangible pero en ningún caso podría entrar en contacto con alguna Esfera de Existencia aún sin catalogar para las autoridades de Edén y, por ende, para el sínodo de Gobernadores de las Esferas de Existencia. Este último englobaba a las nuevas singularidades descubiertas por Omnios, uno de los primeros Agentes Primigenios creados por el Supremo Hacedor bajo cuya responsabilidad estaba la exploración tanto del Mundo Intangible como del Mundo Cognoscible. El Ministerio de Logística basó su decisión en que Tristán no tenía ningún estatus oficial de diplomático que le diera permisos para entablar relaciones con nuevas Esferas de Existencia o singularidades desconocidas. Debido a esto todo el proyecto se paralizó durante un tiempo hasta que Tristán, en contra de su voluntad inicial, tiró de un as en su manga y contactó con el Vicegobernador de Edén con el que mantenía una relación relativamente estrecha y cordial debido a que más de una vez se había encargado de transportarlo hasta Babilon por asuntos oficiales. Tras unos cuantos encuentros en que Tristán trató de convencerlo de que la exploración del Mundo Intangible y entablar contacto con nuevas singularidades era algo necesario y bueno para Edén y más si se hacía con recursos totalmente privados que no necesitarán de recurrir al tiempo existencial y maná almacenado en las arcas públicas, al final el Vicegobernador aceptó hablar con el Ministerio de Logística y este último encontró una solución al problema que consistió en que Tristán debía renunciar a viajar solo y debía alistar en su tripulación a un funcionario diplomático del Estado de Edén junto con su correspondiente escolta y que la expedición debía correr con los gastos derivados de sus honorarios. El segundo requisito fue que el acto de exploración no sería indefinido temporalmente sino que acabaría cuando el diplomático recibiera una comunicación telepática del departamento estatal de comunicaciones externas solicitando el regreso a Edén de aquella expedición.

Tristán no tuvo otra opción que aceptar las imposiciones del Ministerio de Logística y tuvo que contactar con su mecenas, la Casa Sagrada del Fénix Rojo, para que le ampliará la línea de recursos acordada para poder sufragar los nuevos gastos originados por la nueva tripulación. Al ser esta la Casa Sagrada más pequeña de Edén, Tristán fue convocado a una reunión directamente por su líder conocido como Esquizo, el Dios de la Locura. Este aceptó la proposición de Tristán pero le impuso la obligación de aceptar a un miembro de su Casa Sagrada entre la tripulación para que vigilara la correcta aplicación de la importante inversión de recursos que estaba asumiendo. Tristán, otra vez, tuvo que aceptar este requisito y al final pudo respirar ya que ya estaba todo listo para que pudiera transformar su Avatar interior en un nexo o exologos en el Campus de Altos Hangares y comenzar su ansiada exploración del Mundo Intangible, eso sí, con condiciones distintas a las que a él le hubieran gustado.

Tras unos cuantos eones ultimando los preparativos entre los que se encontró realizar una copia de seguridad de su mente por si acaso su avatar era destruido y tenía que ingresar en su Cámara de Existencia para recomponerse, Tristán accedió a un Alto Hangar donde un elemental transformó la densidad del éter dado en el ambiente a la que se daba en el espacio exterior lo que hizo que tras un breve espacio de tiempo el Avatar de Tristán se transformara en un imponente exologos tras una imponente reacción energética y el gasto de una cantidad de maná considerable por parte de este. La tripulación adscrita a la misión compuesta por el funcionario diplomático, cuatro militares que ejercerían de escolta y el miembro de la Casa Sagrada del Fénix Rojo accedió junto con sus equipajes y equipamientos al cuerpo principal del nuevo e imponente Avatar de Tristán, el cuál no era el más grande que este se podía permitir pero que era suficiente para aquella reducida tripulación. Dicho exologos era una estructura ovalada que poseía una membrana circular trasera que daba a un mini hangar desde donde la pequeña tripulación podía abandonar el nexo para ingresar al espacio exterior renunciando a sus avatares de interior, los utilizados en cualquier Esfera de Existencia como Edén, en favor de sus avatares de exterior. Tras unos protocolos y comprobaciones el exologos despegó hacia el espacio exterior del Mundo Intangible con rumbo hacía sus profundidades, descartando la periferia en expansión donde no había pasado suficiente tiempo para que hubieran nacido nuevas singularidades, estructuras o Esferas de Existencia. Pese a todos los malos augurios que tuvo que aguantar acerca de que no descubriría nada nuevo y volvería a Edén con las manos vacías y con deudas que pagar, Tristán decidió seguir su corazonada y comenzar aquel periplo que cubriera su vocación de convertirse en explorador. Su expedición fue la primera de ese estilo que se daba en Edén aunque fueron muy pocos los que decidieron seguir sus pasos después por diferentes motivos entre los que se encontraba la idea de que como iba a descubrir algo un Agente Inducido como él antes que Omnios, uno de los primeros Agentes Primigenios creados por el Supremo Hacedor.


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