HABLEMOS DE LA CONCIENCIA HUMANA

   Ya era hora de llegar a esta entrada por dos motivos. El primero es que hemos mencionado la conciencia en dos entradas anteriores y no me gustaría avanzar en esta aventura dejando cosas en el aire ya que pienso someter todo a mi propia interpretación. El segundo motivo es que entre los desarrolladores de contenido tanto espiritual como no es muy común encontrar referencias a este concepto.

   Esta entrada supone un desafío para mí porque hay innumerables obras de autores muy prestigiosos acerca de que es la conciencia, los tipos de conciencia que existen, las alteraciones que puede sufrir así como las funciones que tiene como parte de ser un activo intangible del ser humano. También ciertas corrientes esotéricas subrayan su estudio así como afirman que es indispensable despertar la conciencia como proceso evolutivo tanto individual como colectivo. Me quedo corto si escribiera cien páginas acerca de esta pero como dije anteriormente es una característica mía tan solo dar pinceladas a las obras de otros autores para poder, a través de mi intuición, poder desarrollar mis propias ideas así como ya sabéis mis entradas en el blog no son demasiado largas con el objetivo de hacer amena la lectura y porque soy un ferviente admirador del refrán que dice que "a buen entendedor pocas palabras bastan".

   Bien, para mi la conciencia es un activo intangible del ser humano, independiente, que recopila dinámicamente la información tanto empírica como racional que invade al sujeto para después someterla a un filtrado coherente en base a una ponderación de preferencias destacadas por suponer un valor añadido  para el individuo. Esta información es comprimida para influenciar en una cantidad de tiempo mínimo posible el formato de atención del sujeto de la que brotará su ciclo de determinación de la necesidad y la acción para cubrirla. La administración de la conciencia por parte del individuo no cuenta con permisos plenos pues esta es capaz de tutelar su propia evolución para acrecentar su propio valor con el objetivo de llamar la atención de ciertas entidades tanto del mundo tangible  como intangible sobre el yo consciente. Si simplificamos lo anterior llegamos a la conclusión que la conciencia se alimenta de la atención del sujeto en última instancia y a la vez influye en su definición lo que expresa una relación paradójica.

   Es decir el desarrollo o expansión de la conciencia dependen del sujeto que la posee así como de la propia conciencia como consecuencia de su capacidad de influencia sobre este. Por otro lado es una forma de vida independiente (ya la definiremos mejor en cuanto avancemos en el blog) dentro de la mente del ser humano que tiene como fin una simbiosis que beneficia tanto al individuo como a la propia conciencia. El objetivo de esta es garantizar su supervivencia a través de la influencia en la toma de decisiones del sujeto que alarguen lo máximo posible su tiempo de vida y expandir sus límites a través de la averiguación de aproximaciones a verdades (sabiduría) que se desprenden del mundo cognoscible, entre otras funciones de las que no soy consciente pero que estarán correlacionadas con el valor añadido de los frutos producidos por el huésped. Estas cuasi verdades deben ser proporcionadas por el trabajo interno de la mente abstracta y concreta del sujeto por lo que el vínculo se fortalecerá o debilitará dando lugar a diferentes consecuencias en base a la actividad intelectual del individuo y el valor añadido que aporte a su propia conciencia.

   El objetivo de la conciencia es ascender al Mundo Intangible con la mente del sujeto con la que produce la relación de simbiosis y, si no se da el caso, regresar a un lugar específico para ser reseteada y volver a ser virgen entregando la mayor cantidad de sabiduría posible (esta determina, como hemos dicho, su grado de expansión)

   Por otro lado es la preservadora de la coherencia entre las actuaciones del sujeto y los valores morales desarrollados, ejerciendo presión sobre la mente del individuo si no existe esta correlación. La finalidad de este mecanismo es el convertirnos en personas fiables, importantísimo para desarrollar un vínculo con los Agentes del Mundo Intangible. (tal y como ocurre en nuestro mundo con los inversores que  necesitan un marco jurídico que de seguridad a sus inversiones)

   Estudiemos que se desprende de los párrafos anteriores.

  Lo primero es que otorga al ser en que habita la concepción del yo y supone el nacimiento de la personalidad (mezcla de temperamento y conducta). No soy mientras no soy consciente de mi existencia. Y comienzo a ser consciente de mi existencia cuando con el uso de la razón llamo la atención de las conciencias entre las cuales una pasará a ser mía, por lo tanto es aquí cuando se inicia la simbiosis y realiza su primera expansión (siempre que sea virgen porque se puede dar el caso de atraer una conciencia ya expandida o, en términos coloquiales, usada). Entonces mi ser se da cuenta de que existe el yo empezando el apego por la vida.

   Es posible relacionarse con ella si vamos cumpliendo con sus expectativas generadas en base a nuestro potencial y otros factores que veremos mas adelante. Para mí sus intervenciones con el huésped son los que otros autores llaman la voz interior o el yo superior. Esta voz nace de la mente del individuo y su grado de penetración ira volviéndose más fuerte conforme la vayamos alimentando.

   Sus dimensiones adquiridas no son visibles en nuestro plano pero si en el Mundo Intangible mediante una expresión que todavía no hace falta comentar y dependiendo de su tamaño captará la atención de agentes de los dos planos y como consecuencia nosotros también nos volveremos cada vez más relevantes.

   Cuanto mas se produzca su expansión mayor será el alcance de nuestra comprensión acerca de las consecuencias de nuestros productos finales y nuestras artes, tanto en el plano espacial como en el temporal, pudiendo reducir las externalidades negativas que produzcan y aumentar las externalidades positivas.

   La conciencia adapta a través de las expectativas generadas en base a múltiples factores sus objetivos a conseguir durante su relación de simbiosis con nosotros. En definitiva, actúa como un tutor o mentor que nos acompaña durante nuestro tiempo de vida y que, respetando no totalmente el libre albedrío del ser humano (pese a su influencia en la actividad del sujeto y su independencia, ella es tan solo una extensión diferenciada y fidedigna de este), trata de que ofrezcamos nuestro máximo potencial coherentemente con nuestros valores morales para que generemos la sabiduría que tanto anhela.

   Podría escribir bastante mas acerca de este tema, pero por ahora con esto tenemos suficiente para seguir exponiendo mis creencias. No obstante habrá otra entrada sobre la conciencia mas adelante porque de su desarrollo teórico dependerán creencias mas avanzadas que aún siguen evolucionando en mi interior.

   Para finalizar añadiré que bajo el término conciencia aglutino tanto a la conciencia (ya definida en esta entrada) como a la consciencia (capacidad del ser humano para percibir la realidad y reconocerse en ella).

   Frase célebre:

   "El valor final de la vida depende de la conciencia y el poder de la contemplación más que de la mera supervivencia" - ARISTÓTELES

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