EL ESPÍRITU: VALOR RESIDUAL VITAL
La economía circular es un concepto que se está poniendo de moda últimamente en los procesos de producción llevados a cabo por las empresas de nuestro mundo y consiste en establecer un modelo de fabricación y consumo mas sostenible en el que las materias primas se mantienen mas tiempo en el ciclo productivo y pueden aprovecharse de forma recurrente y promoviendo que los residuos puedan convertirse en materias primas para otras industrias lo que genera muchos menos desperdicio consiguiendo mas optimización que la cadena de producción lineal. Podríamos resumirlo y aplicándolo a la humanidad como el proceso que garantiza que la vida después de su vida útil tenga mas tiempo de vida a través de la incorporación del anclaje de esta a otra vida útil. Reflexionemos sobre esta última frase.
Ya dijimos que la utilidad del cosmos pasaba por no desaprovechar ningún recurso contenido por él por lo que parece que el concepto de economía circular se aproxima a la forma de tratamiento que hace aquel de sus productos finales entre los que se encuentra la vida. Entonces no sería muy atrevido decir que la vida, hablando en términos contables, debe poseer un valor residual tras la amortización de esta, o en otros términos mas comúnmente conocidos, cuando la vida termina o acontece la muerte se genera un residuo. El residuo físico todos lo conocemos y es el cuerpo que pasará a descomponerse sin olvidar que como producto de su descomposición será nuevamente fuente de vida para otros organismos mas pequeños. En mi opinión lo mismo ocurrirá en el plano intangible, es decir, habrá un residuo espiritual que recibirá un tratamiento que es el objeto principal de estudio de esta entrada. A este residuo espiritual o activo intangible del ser humano lo pasaré a denominar Espíritu y por lo tanto será el segundo activo intangible mencionado por este blog después de la Conciencia que ya tratamos en una entrada anterior. Como nota importante es el Alma del "Yo consciente" la encargada de construir el Espíritu.
No os dejéis llevar por las preconcepciones negativas que se puedan generar por utilizar los términos de residuo o valor residual pues el Espíritu es un recurso escaso en el universo y, en contraposición a la definición de residuo, esta alberga la parte más resistente espiritualmente hablando como consecuencia de que es la parte que sobrevive a la erosión de los estímulos tanto internos como externos a los que fue sometido el individuo durante su tiempo vital.
La resiliencia espiritualmente hablando es la capacidad de absorber las fuerzas agresivas producidas por el entorno en el que el sujeto vive y transformarlas a través de un contrapeso intelectual en estados emocionales óptimos para la forja de frutos de valor añadido lo que produce, si son sostenidos en el tiempo, el perfeccionamiento del sujeto debido al desarrollo de virtudes lo que me lleva a definir el espíritu, a parte como el valor residual inmaterial del ser humano, como su mejor versión existencial. Volvamos a reflexionar sobre este activo intangible que representa la mejor versión del sujeto ya que a priori, esta definición parece estar acotada a ciertos espacios y tiempos vividos por el individuo y por lo tanto, parece ser una definición estática y compleja del concepto de mejor versión.
Podríamos desglosar el concepto de mejor versión personal como los períodos en que el ser humano desarrolla su máximo potencial circunscrito a las virtudes que conformarán el espíritu a lo largo de las vidas del yo consciente. Por ejemplo: coraje (en tal periodo de su vida desarrollo su mayor coraje por lo que quiero esa virtud acotada a dicho periodo); empatía (mas de lo mismo); liderazgo (mas de lo mismo); etc. Así con una lista extensa de virtudes que serán refinadas con ayuda del Mundo Intangible dando lugar a una personalidad que reflejará la mejor versión del sujeto a base del recorte y agregación (labor de edición) de las virtudes individuales en ciertos intervalos de los tiempos vitales de la persona y que supondrán la creación de muchas sinergias que elevarán la evolución del sujeto de forma exponencial cuando el espíritu se materialice en la nueva personalidad. Esta Supra Personalidad o Espíritu se someterá a juicio para ver si es digna de elevarse hasta el Mundo Intangible por agentes especializados pertenecientes a este (otra responsabilidad mas otorgada al Mundo Intangible) o por el contrario el Alma reencarnará en una nueva vida para seguir refinando el espíritu (las mejores versiones de las virtudes) en aquellas áreas que hayan sido catalogadas como insuficientes, guardando aquellas que si han pasado el corte sin perjuicio de las mejoras que puedan sufrir como consecuencia del nuevo tiempo vital otorgado. Es decir, el espíritu es un producto final que se materializa tras la primera vida y que puede ascender al Mundo Intangible como la nueva personalidad del yo consciente o arraigarse de nuevo a la vida en el Mundo de la mano del Alma, guardando sus progresos y garantizando la evolución de la vida tanto a nivel individual como de especie a través de un sistema meritocrático. Así el Espíritu se transforma de potencial ejecutado durante las vidas a potencia del nuevo ser promocionado al Mundo Intangible. También podríamos definirlo como la parte intangible del ser humano que recoge la mejor expresión de las virtudes en el intervalo de tiempo que incumbe a varias vidas.
El Espíritu no tiene la capacidad de relacionarse con la mente por lo que es hermético y no animado hasta su evolución al Mundo Intangible donde se materializarán sus atributos en forma de la nueva personalidad que forme parte del sujeto ascendido a Agente Inducido.
Es importante la omisión de las habilidades cuya definición es la capacidad de desenvolverse con herramientas y que solo sirven para la supervivencia física. La clave aquí es la mejor versión ofrecida en torno a las virtudes, un concepto más abstracto que las habilidades o versión práctica del conocimiento. No es lo mismo ser una persona perfeccionista que ejecutar aisladamente un trabajo cuasi perfecto. El espíritu se nutre de virtudes y no de habilidades o actos efímeros o aislados del yo consciente.
Con lo anterior hemos dado pie a varios conceptos que merecen ser desarrollados inmediatamente. Entre ellos está el concepto bien conocido por las filosofías orientales y no es otro que la reencarnación cuando el Espíritu no es digno de pasar al Mundo Intangible. Pero como siempre, aclaremos este concepto en base a unas notas personales.
En el tiempo que se da entre la amortización de una vida (muerte) y la reencarnación en la siguiente el espíritu puede estar sometido a estímulos deliberados por ciertos agentes del Mundo Intangible que provocan su desarrollo ligeramente en comparación con su progreso durante el tiempo de vida del sujeto en el que se inserta (este sería un servicio comprado por el Alma con su tiempo existencial).
Después de la primera vida es cuando nace el Espíritu reflejando la mejor versión de las virtudes desarrolladas durante aquella. Normalmente se necesita de más de una vida para que el Espíritu apruebe la evaluación que sentencia o ascensión al Mundo Intangible o reencarnación nuevamente en el Mundo Cognoscible.
La reencarnación respetará el axioma de no involución, es decir, nunca produciéndose una degradación del Espíritu. Este solo puede ir a más, mejorando las virtudes poseídas o adquiriendo nuevas a base de experiencias y actos del individuo en cuestión o "yo consciente".
Con respecto a la relación de la evaluación del Espíritu, el Balance de Situación Vital desarrollado por el Alma (este se circunscribe a una vida, no como el Espíritu que es el resultado del trabajo de varias vidas), será tenido en cuenta así como el grado de expansión de la Conciencia y otros factores como puede ser una Recomendación a la hora de dictar sentencia acerca de si la Supra Personalidad o Espíritu debe ascender al Mundo Intangible para fusionarse con su Alma constructora o seguir a esta otra vez al Mundo Cognoscible para seguir con su construcción.
En caso de no ascensión del Espíritu el Alma intentará reencarnar en un entorno que facilite el desarrollo de las virtudes que han sido catalogadas de insuficientes por la evaluación. Estas condiciones son conocidas por el Alma como consecuencia de tener a disposición información bastante sesgada de los acontecimientos futuros que recaerán sobre el "Yo consciente" (conjunción de Alma, mente y Conciencia) en cuestión y esta es proporcionada por unas Entidades del Mundo Intangible conocidas como Oráculos (son el primer agente que presento del Mundo Intangible junto a los Dioses y Agentes tanto Primigenios como Inducidos), conocedores y lectores no con absoluta certeza del futuro de los sujetos sometidos a evaluación. Por lo tanto es el Alma del "Yo consciente" la que decide en que oportunidad reencarnar ciertamente con bastantes limitaciones.
Si se da el ascenso, el Espíritu se fusionará con el Alma que lo construyó dando lugar a la nueva personalidad y mente del sujeto ascendido. Por otra parte, la Conciencia, arrastrará al "Yo consciente" por no haber sido formateada por lo que se desprende que nos acordaremos de la última vida en el Mundo Cognoscible si ascendemos al Mundo Intangible. Efectivamente, en el Mundo Intangible seguirá dándose el supuesto de simbiosis entre Conciencia y mente (ya lo veremos, pero en el Mundo Intangible pasaremos a manejar totalmente la mente del Alma, más potente que la de casi cualquier singularidad del Mundo Cognoscible).
Si que expondré que la reencarnación nuevamente en el Mundo Cognoscible supondrá la adquisición de una nueva Conciencia, virgen y diferente a la que se tuvo en cada vida anterior. Como consecuencia de ello es que no nos acordaremos ni gozaremos de privilegios que se trasladen entre vidas con el objeto de, entre otros, respetar ciertos conceptos entre los que cabe destacar la igualdad de condiciones entre semejantes de la misma raza, en nuestro caso, la humanidad.
Por lo tanto hemos definido el Espíritu y el proceso por el que este asciende al Mundo Intangible materializándose en personalidad tras su fusión con el Alma o persigue al Alma en su siguiente intervención existencial en el Mundo Cognoscible para continuar con su construcción y adecuación por parte de esta. También hemos dado más pinceladas al concepto de la Conciencia y hemos revelado más acerca del Mundo Intangible. Con esto me doy por satisfecho.
Frase célebre:
"La soledad es la gran talladora del espíritu" - FEDERICO GARCÍA LORCA
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