LA PLEGARIA: EL ARTE DE SABER PEDIR

    Durante el Blog hemos hablado de como avanzar en el camino espiritual lo cual requería de hacer sacrificios en el plano material, tratar de ayudar a los demás, perfeccionar nuestros frutos para aportar valor, mejorar nuestras artes entendidas como procedimientos para aportar maná a nuestra Alma, expandir nuestra conciencia a través de la interiorización y uso de la sabiduría adquirida e incluso trabajar las virtudes para facilitar el constructo de nuestro Espíritu. Todas estas acciones significan un trabajo tanto interno como externo que suponen enfocarse en la espiritualidad de uno mismo con el objetivo de acercarnos a la ascensión al Mundo Intangible y también para que todo esto revierta en nuestro entorno, desde el más cercano al más lejano, con la idea de mejorar este mundo.

   A lo dicho en este último párrafo se le puede llamar por el verbo, en su versión mas altruista, de dar. Es importante dar sin miramientos y si podemos bajo el paradigma del amor universal para darnos cuenta si de verdad esto nos autorrealiza y para crear unos cimientos fuertes que soporten el tambaleo que produce la constante exposición a la vida estrictamente materialista que no paran de vendernos desde el exterior. Pero recorrer el camino espiritual también tiene sus beneficios que pueden proceder tanto del Mundo Cognoscible como del Mundo Intangible.

  Si nos centramos en el Mundo Cognoscible los vínculos mas cercanos a nosotros reconocerán como es nuestra personalidad que llegado a un punto del camino espiritual tendrá algo de la esencia filantrópica expresada a través de nuestra reputación. Por ello no dudes en pedir ayuda a esos vínculos más cercanos y robustos que mantengas con cierta gente. Tanto ayuda psicológica por el hecho de no encontrar en medio de la civilización a mucha gente que se tome la espiritualidad en serio como ayuda económica pues muchas veces la catarsis espiritual proviene de una continuada escasez de recursos materiales que no deben poner en peligro el avance en nuestro camino espiritual. Te sorprenderías como la gente esta dispuesta a ayudar a personas a las que quieren y más si consideran que pese a tu nueva vocación sigues manteniendo los pies en el suelo. A mantener los pies en el suelo me refiero a que pese a que hayas detectado que es el sendero espiritual lo que de verdad te llena tienes que saber que también hay que sobrevivir en este mundo, ganarse la vida y ser autosuficiente (a no se que optes por una vía ascética radical uniéndote a las filas oficiales de una religión en particular que suponga tu mantenimiento económico).

   Si nos enfocamos en el Mundo Intangible podemos llevar a cabo plegarias a los Dioses y sus jerarquías con los que tengamos más relación cuando seamos conscientes que hemos dado lo suficiente en el formato de expandir su doctrina ayudando a los demás y hayamos alcanzado cierto punto del camino espiritual. Si es así, permítete pedirles las cosas que creas que te hagan falta siempre con humildad y utilizando la lógica. De nada sirve pedir grandes sumas de dinero pero si que es aceptado pedir por un trabajo. Igualmente ocurre con pedir cosas generales como el fin de la guerra o la hambruna pero si que sirve pedir por la salud de un vínculo o por la tuya propia. El pedir o emitir plegarias es algo totalmente normal siempre que no abusemos de ellas porque el desarrollo espiritual normalmente surge de la vivencia de malas experiencias que hacen que nos demos cuenta que lo importante en esta vida trasciende a otras dimensiones y que provocan en nosotros cambios abruptos como consecuencia de la perdida de un trabajo, de un ser querido o de incluso la cordura temporalmente. Por ello cuando defendemos a capa y espada una filosofía o una religión porque para empezar nos ha servido a nosotros mismos para volver a estar fuertes, los representantes de esas corrientes sienten orgullo por haberles dado protagonismo y estarán dispuestos a cumplir si les pedimos algo, como hemos dicho, lógico y moderado.

   Más aún si hemos superado la iniciación sagrada proveniente de estos Dioses o incluso hemos alcanzado la iniciación Almica. Recuerda que tienes que tener los pies en el suelo para seguir viviendo tu vida como normalmente harías y compaginándola con tu faceta espiritual por lo que de base estas haciendo un doble trabajo que es valorado tanto en este Plano como en el más allá. 

   Por último se agradecido si se cumple algo de lo que has pedido y se consciente de no volver a pedir hasta que de verdad necesites algo que sea importante para tu vida. El arte de saber pedir consiste en pedir poco y ofrecer mucho pero no caigas en el error de que no pedir es mejor que pedir porque cuando efectuamos plegarias o pedimos favores estamos dando la oportunidad a otros de ayudarnos y, en definitiva, de ayudar a los demás. Ojalá seas capaz de recorrer el camino espiritual con muchos recursos a tu disposición pero también te digo que partir de una posición pobre hará que tengas hambre y despertarás como consecuencia tu ingenio, fuente de unas cuantas virtudes y de empoderamiento de la mente abstracta y concreta. Si no quieres pedir al menos ten presente las necesidades que tienes y cuáles son tus líneas rojas que no quieres tener que cruzar para cumplirlas. Las plegarias, al contrario que los favores directos, llevan un tiempo en producirse porque los Dioses deben alinear los factores que harán que se cumplan así que te recomiendo que seas paciente tras utilizar este recurso. Por lo tanto y resumiendo, pide poco con humildad, moderación y se paciente. Si te fijas, el acto de pedir bajo estas condiciones te darán dar un pasito más en tu camino espiritual.

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