MEMENTO MORI: UN ESTILO DE VIDA

   Memento Mori es una frase latina que recuerda a los individuos su mortalidad. Su traducción al castellano es "recuerda que morirás" enfatizando el hecho de que por muy gloriosa que sea nuestra vida esta algún día llegara a su fin. De hecho tiene su tradición en la Antigua Roma cuando un general se paseaba mostrando su victoria, un siervo por detrás le recitaba este concepto para recordarle que no abusase de la soberbia ni se creyera omnipotente pues el ser humano tiene sus límites, entre ellos, la muerte.

   Todos en algún momento de nuestras vidas hemos pensado en la muerte, en que algún dia acabará todo y de alguna forma este pensamiento nos ha afligido en el formato de cierto temor basado, en mi caso, no como miedo a morir sino como miedo a no haber vivido lo suficiente. Al fin y al cabo la muerte es un proceso que acomete todo ser humano por lo que pienso que si lo han hecho seres más frágiles que yo ¿Por qué iba a ser un temor para mí?

   No obstante siempre inconscientemente pensamos que nos queda mucho para morir pero puede ser que este no sea el caso. Todos los días vemos como sujetos que técnicamente les quedaba mucho para morir  han sucumbido a la amortización de sus vidas y nadie puede asegurarte cuando te va a llegar la hora. Por eso cuando vamos madurando en la vida debemos interiorizar el Memento Mori y convertirlo es un estilo de vida. Con ello no quiero decir que debamos practicar otro concepto latino como es el Carpe Diem a niveles desorbitados. Esta forma de vivir este concepto es la causa de muchos males en el mundo por querer disfrutar tanto de la vida que acabamos produciendo externalidades negativas de serio calado tanto para la sociedad como para el medio ambiente. Lo que quiero decir es que debemos encontrar las razones que nos hagan conscientes de que lo vivido hasta cierto momento en nuestras vidas es suficiente por dos motivos: el primero se refiere a que hemos tenido la gran suerte de haber madurado en la existencia humana, la mas elevada en nuestro planeta; la segunda es que hemos tenido la suerte de ver el esplendor de nuestra raza en el S.XXI con toda la información que esto representa.

   En mi caso suelo pensar, aunque me considere una persona espiritual, que se pueden producir dos casos: que haya vida después de la muerte o que no la haya.

   Si hay vida después de la muerte me parece perfecto porque significa que no nos apagaremos como una bombilla para siempre y podremos disfrutar, tal y como expongo en el Blog, de la siguiente reencarnación o del ascenso a nuestra Esfera de Existencia o Edén como Agente Inducido. Por lo tanto, continua el hilo existencial garantizándonos una supervivencia y cumpliendo el anhelo de seguir disfrutando del TODO.

   En el caso de que no haya vida después de la muerte considero que he tenido la suerte de madurar en la existencia, de llevar a cabo ciertos proyectos y de haber conocido gente maravillosa utilizando implícitamente el recurso de la comparación con los demás ya que hay gente que no ha tenido la suerte de hacer ni la mitad que yo o que tú. 

   Aún así y pese a que estas reflexiones me tranquilizan hay que seguir preparándose para la muerte, sobre todo para la muerte inesperada. Una buena forma de hacerlo es realizando periódicamente reflexiones que nos hagan llegar a la conclusión de que somos individuos autorrealizados y, si no conseguimos pensarlo, hay que escudriñar en nuestra vida los puntos positivos desde otro paradigma para conseguir interiorizarlo con ganas. Si consideramos que estamos autorrealizados conseguiremos un estado emocional de paz interior que deberemos recordar cuando la muerte se nos venga encima. A este auto convencimiento de que somos seres autorrealizados no hay que sumarle sueños o anhelos que nos hagan apegarnos a la vida en un sentido fuera de lo normal. Claro que todos debemos tener proyectos y planes de futuro pero estos no deben enturbiar el pensamiento que se debe dar cíclicamente acerca de que ya estamos autorrealizados.

   Para ello deberemos protegernos de los estímulos externos que parece que nos susurren al oído que si no hemos tenido una vida extraordinariamente lujosa y llena de experiencias que tan solo se pueden cumplir con grandes sumas de dinero. Estos estímulos provienen del lado material más radical lo que entra en conflicto con el lado espiritual de la vida. Te aseguro que si has llegado hasta esta entrada en el Blog comenzando por el principio quiere decir que la espiritualidad te importa por lo que ya cuentas con una fuente de autorrealización que se circunscribe en tu amor por la sabiduría y tus ganas de ayudar a los demás.

   Por lo tanto vive con un estilo que abrace al concepto de Memento Mori y, como en un videojuego que represente el avance por diversos escenarios, ves guardando la partida a base de reflexiones o meditaciones que potencien la idea de que tu vida ha valido y vale la pena e interioriza que ya eres un ser autorrealizado. Después ves agregándole todo lo positivo de lo vivido hasta que, de nuevo, vuelvas a guardar la partida que representa tu vida.

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