EJERCE COMO CAPITÁN EN TU BARCO

     Cuando tu Alma lo crea conveniente te nombrará capitán y te entregará un barco para que surques el mar, que no es otra cosa que la vida y el anhelo de explorar. A un capitán le encanta navegar  y hacer de su periplo algo épico que narrar. Mientras estamos atentos a nuestra pasión pocas emociones emergen y de nuestra experiencia nacen las artes que todos merecen. En cubierta requerirá que ejerzamos nuestro liderazgo mientras que en nuestros aposentos  reflexionaremos y desterraremos al cansancio. La idea será navegar con el fin que decidamos pero siempre acabaremos rindiendo cuentas a algo o alguien, eso esta claro. Esto es ley de vida para un capitán que sea consciente de  lo que se le ha dado pues el barco es del Alma pero la tripulación necesaria y el timón responderán tan solo ante fuertes brazos. Unos buscarán tener un barco mas grande, otros se conformarán con un bote y pocos tripulantes, la cuestión es que del tamaño de la nave dependerá lo lejos que llegues en tu viaje. El Alma conoce de la necesidades de tu travesía por eso no sientas frustración por el tamaño de tu embarcación porque con los tesoros que encuentres te permitirás nuevos días.

   Los puertos que visites serán los estados emocionales que expreses. Unas veces la ruta la decidirás tu, otras veces tendrás que atracar en el primero que encuentres y otras el viento te forzará hacia los que no quieres. Dependiendo del estado del barco y de las reparaciones oportunas dependerá el tiempo que permanezcas, unas veces podrás pagar e irte fácilmente u otras veces tendrás que trabajar y asentarte un tiempo decente. En ocasiones el puerto será de tu agrado y querrás prolongar tu visita o en otros por mucho que te esfuerces solo el paso del tiempo desvelará la salida. Lo que es seguro es que en todos podrás llenar la bodega para seguir navegando tal y como tú esperas.

  En ciertos puertos algún tripulante te abandonará pero no debes preocuparte porque si no es leal en tiempos difíciles como te vas a fiar de él cuando acontezca el desastre. Otras veces le pedirás a alguien que abandone el barco porque no aporta nada como capital humano. Otros vendrán a unirse a la tripulación en función de tu carisma y tu reputación. Trata de hacerles saber en que puerto te encuentras para ver como responden y cuales son sus destrezas. Con el paso del tiempo tendrás la mejor tripulación y tendrás que cuidarla con la mejor atención por eso discierne que personas te importan para cuidarlas desde la popa hasta la proa. 

  Cuando navegues encontrarás peligros como un barco pirata o en el peor de los casos un kraken que se desata y si este te acaba atrapando será el final de tus días estando al mando. Tocará luchar para superar los obstáculos o tocará morir dejando en la memoria tu liderazgo. Por eso lidera capitán siempre que puedas pues en esa virtud reside cosa buena. También recuerda dejarte aconsejar y que a veces es oportuno tan solo ser uno más. En el acto de liderar elige los conceptos que quieres que resuenen y aunque sean pocos, elige a tu compañía que te lleve donde tu quieres. Recuerda que tienes un barco pero la personas que quieres tienen otro, a veces liderarás y otras veces tan solo serás uno más en el coro.

Comentarios

Entradas populares de este blog

CAP. 1.1: UN ENCUENTRO INESPERADO

CAP. 2.4: INGRESO A LA ACADEMIA

COMUNICACIÓN AL VISITANTE IV