OTRA FACETA DE NUESTRA ALMA
A lo largo del blog hemos ido comentando cuales son las funciones de nuestra Alma y que podíamos dividir entre las que tiene cuando nosotros no somos, es decir, cuando no se produce una conjunción entre la conciencia y el alma que da como resultado el yo consciente, y aquellas que produce mientras sí que somos conscientes de nuestra existencia. Aparte, ya le dedicamos una entrada anterior a este activo intangible.
Ahora toca hablar de otra faceta del Alma que tiene que ver con las elecciones que tomamos a lo largo de nuestra vida y que tienen que ver con tanto aquellas experiencias vividas que más nos han autorrealizado así como aquellos anhelos o deseos que nos quedaron por vivir.
Con respecto a las experiencias vividas muy significativas para nosotros el Alma toma nota ya que, en su tarea más importante que es la construcción del Espíritu, sabe que no todo tiene que estar enfocado a conseguir que este supere la prueba del Alto Tribunal de Ascensiones y debe dejar margen a que el "yo consciente" (simbiosis de la Conciencia con la mente) disfrute de la vida a su manera pues no hay mayor fuente de oportunidades de perfeccionar las virtudes que el tener estabilidad mental a través de esas experiencias que para nosotros tienen valor añadido aunque no sean del todo trascendentales para la misión del Alma en el Mundo Cognoscible. Por ello el Alma buscará en la reencarnación siguiente proporcionar algunas experiencias de este tipo al "yo consciente".
Con respecto a los deseos del sujeto de vivir experiencias que al final no se han producido ocurre lo mismo tratando el Alma de proporcionárnoslas en base a su elección de en que condiciones de vida reencarnar y esta será más acertada o no dependiendo del tiempo existencial que esta disponga para averiguar gracias a los Oráculos que vida contará con esas experiencias (servicios comprados por el Alma en el Mundo Intangible) o, ya en la propia vida en el Mundo Cognoscible, hablándonos desde el Corazón para que tomemos decisiones que nos lleven a ellas (con el correspondiente gasto contundente de tiempo existencial).
De ahí la importancia de ser conscientes de que es lo que más hemos disfrutado en la vida que nos ha dado una integridad con la que contar ante situaciones difíciles y no aquellas efímeras que a corto plazo nos producen un intenso gozo pero que a largo plazo se quedan en nada. Por otro lado, trabajar y localizar en nuestro interior que es lo que nos ha faltado por vivir ya que puede ser información importante para nuestra Alma. Efectivamente, el Alma es capaz de leer nuestra mente aunque con el correspondiente gasto de tiempo existencial.
En definitiva el Alma también busca que disfrutemos en la vida (nos escucha) y si estas decisiones post-mortem cuadran con su sabiduría divina (recordar que el Alma era un activo intangible que procedía directamente de Brama, la Fuente del Creador) tratará de encaminarnos tanto eligiendo una reencarnación propicia así como interviniendo durante ella (algo que se da en muy escasas ocasiones debido al elevado gasto en recursos que supone para el Alma comunicarse con nosotros) a través de una voz que reconoceremos como nacida del Corazón.
Podemos decir que esta faceta está relacionada con la teoría del eterno retorno de Friedrich Nietzsche para las experiencias que queremos volver a vivir pero agregando aquellas que creemos honestamente que nos han faltado. Para ello está claro que cuanto más Tiempo Existencial tenga el Alma a través de varios activos y procedimientos, más fácil se lo pondremos para que implemente esta faceta. Todo esto es el reflejo del amor incondicional que tiene el Alma por el "yo consciente".
Frase célebre:
"Cuando la muerte se precipita sobre el hombre, la parte mortal se extingue; pero el principio inmortal se retira y se aleja sano y salvo". - PLATÓN.
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