OTRA FACETA DE NUESTRA ALMA

    A lo largo del blog hemos ido comentando cuales son las funciones de nuestra Alma y que podíamos dividir entre las que tiene cuando nosotros no somos, es decir, cuando no se produce una conjunción entre la conciencia y el alma que da como resultado el yo consciente, y aquellas que produce mientras sí que somos conscientes de nuestra existencia. Aparte, ya le dedicamos una entrada anterior a este activo intangible.

   Ahora toca hablar de otra faceta del Alma que tiene que ver con lo que yo llamo las elecciones post-mortem que tomamos a lo largo de nuestra vida y que tienen que ver con tanto con aquellas experiencias vividas que más nos han autorrealizado así como aquellos anhelos o deseos que nos quedaron por vivir. 

   Con respecto a las experiencias vividas muy significativas para nosotros el Alma toma nota ya que en su tarea más importante que es la construcción del Espíritu sabe que no todo tiene que estar enfocado a conseguir que este supere la prueba del Alto Tribunal de Ascensiones y debe dejar margen a que el yo consciente disfrute de la vida a su manera pues no hay mayor fuente de oportunidades de perfeccionar las virtudes que el tener estabilidad mental a través de esas experiencias que para nosotros tienen valor añadido. Por ello buscará en la reencarnación siguiente llenar de estas experiencias la vida del sujeto o yo consciente ya que existe un hilo conductor entre vidas pese a la adopción de distintas conciencias.

  Con respecto a los deseos del sujeto de vivir experiencias que al final no se han producido ocurre lo mismo tratando el Alma de proporcionárnoslas en base a su elección de en que vida reencarnar y será mas acertada o no dependiendo del maná que esta disponga para averiguar gracias a los Oráculos que vida contará con esas experiencias o en la propia vida en cuestión hablándonos desde el corazón para que tomemos decisiones que nos lleven a ellas.

    De ahí la importancia de ser conscientes de que es lo que más hemos disfrutado en la vida que nos ha dado una integridad con la que contar ante situaciones difíciles y no aquellas efímeras que a corto plazo nos producen un intenso gozo pero que a largo plazo se quedan en nada. Por otro lado trabajar en nuestro interior que es lo que nos ha faltado por vivir para estar más orgullosos todavía de nosotros mismos.

   En definitiva el Alma también busca que disfrutemos en la vida (nos escucha) y si estas decisiones post-mortem cuadran con su sabiduría divina (recordar que el Alma era un activo intangible que procedía directamente de Brama, la Fuente del Creador) tratará de encaminarnos tanto eligiendo una reencarnación propicia así como interviniendo durante ella (tal y como comentamos será requerida una justificación debido al hecho de no respetar el libre albedrío)

   Podemos decir que esta faceta está relacionada con la teoría del eterno retorno de Friedrich Nietzsche para las experiencias que queremos volver a vivir pero agregando aquellas que creemos honestamente que nos han faltado. Para ello está claro que cuanto más Tiempo Existencial tenga el Alma a través de un Balance de Situación Vital superavitario mas fácil se lo pondremos para que implemente esta faceta. Todo esto es el reflejo del amor incondicional que tiene el Alma por nuestro yo consciente.

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