IDIOSINCRASIA DE LOS AVATARES

   Los Avatares son la representación de cada Agente, tanto Primigenio como Inducido, en el Mundo Intangible y su forma responde a varios tamaños y formas así como distintas densidades de éter del que están formados que dependerán de la idea del Creador en el caso de los Agentes Primigenios o del aspecto físico que poseían los Agentes Inducidos en su última existencia terrenal (pudiendo cambiarla con su respectivo gasto en maná) o, en casos, más extraños, de la forma que les otorgue el Agente Primigenio con la habilidad de poder crear vida en aquellos casos que no tengan soporte como singularidad en el Mundo Cognoscible.

 Los Avatares están formados por un éter mas denso que el de la Atmosfera de cada Esfera de Existencia y, en el caso de que el Avatar exterior difiera del Avatar interior, aquel poseerá un éter mas denso que el del espacio natural del Mundo Intangible. Hay casos en que el Avatar interior y exterior coinciden por lo que la densidad del éter de estos coincidirá como es en el caso de la raza de los Aurifos, entre otras. Recordar que el Avatar respondía a la densidad del éter tras contactar con este durante un tiempo produciendo el cambio de Avatar interior a exterior o viceversa.

  Los Avatares no poseen órganos físicos sino que en su sustitución, cuentan con núcleos energéticos que bombean por toda su forma los recursos de tiempo y maná o representan al aparato digestivo de cada raza a través del cual estos pueden consumir sustancias del Mundo Intangible como puede ser el Primalt o pociones elaboradas a base de emociones terrenales como se da en nuestra Esfera de Existencia. Estos núcleos energéticos son vitales estando conectados entre sí y, a su vez, son los puntos débiles del Avatar ya que en el caso de ser destruido uno de ellos supone la destrucción del Avatar y su ingreso en su correspondiente Cámara de Existencia donde se recompondrá con el consumo de tiempo allí almacenado. Cada raza tiene dispuestos de una forma diferente estos núcleos energéticos que en la gran mayoría de casos serán, como mínimo, tres.

   Estos tres núcleos energéticos se corresponden con la glándula de maná, la glándula de tiempo y la glándula de absorción de los recursos externos. Su tamaño suele ser considerable y también son conocidos como chakras vitales. Habrá Agentes que representen a otras singularidades que posean más núcleos o incluso menos dependiendo de su idiosincrasia y que no estudiaremos en el Blog salvo que sea necesario.

  En nuestro caso y, centrándonos en el Avatar Interior, la glándula de maná se encuentra situada en el centro de lo que representaría en la existencia terrenal el cerebro y el maná es bombeado por los sistemas nerviosos. En este caso cabe añadir que la glándula almacena todo el maná del sujeto por lo que su tamaño es considerable con respecto a las otras dos. La glándula de tiempo estaría ubicada en el centro del pecho y distribuiría el tiempo por sistemas de arterias y venas a lo largo y ancho del Avatar y la glándula de absorción estaría situada en el vientre bajo donde se encontraría el estómago y los intestinos del ser humano (todo esto bajo la perspectiva de un sistema etérico). Dependiendo de la forma adoptada por el Avatar exterior estos núcleos energéticos tomarán otras posiciones aunque suele responder más o menos a la misma ubicación pues aquellos suelen tomar formas más gráciles basadas en las aves que surcan el cielo en nuestro Planeta salvo alguna excepción basada en el poderío de maná ostentado.

   En el caso de los colosales Avatares de exterior de los Nexos o Exologos estos estarán ubicados normalmente en el núcleo del Avatar siendo protegidos por su estructura externa e incluso por los pasajeros que posea en el interior, los cuales dijimos que debido a la idiosincrasia de los Exologos podían viajar dentro de los estos con el aspecto del Avatar Interior por representar aquel la densidad etérica de la Esfera de Existencia aproximadamente. Las reservas o almacenes de maná del Nexo estarán ubicadas separadamente de la glándula de maná para poder quedarse sin este en su sistema nervioso y así poder mantener su Avatar exterior en ciertas situaciones tal y como comentamos.

   Cuando hablemos de las artes de la guerra en el Mundo Intangible ampliaremos la información que hemos dado aquí sobre los Avatares y su comportamiento ante agresiones externas.

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