ONÍRIOS: UNA SINGULARIDAD ESTACIONAL

   Los Onírios son una especie de vida inteligente en alguna parte del Universo que están jerarquizados en base a un líder, único en su planeta, que ha evolucionado hasta tal extremo que todos los Onírios le rinden pleitesía. Todos los Onírios tienen el mismo aspecto físico que se plasma en un ser bípedo con las patas bastante cortas con respecto al cuerpo que acaba en una cabeza proporcionalmente grande con respecto al torso la cual contiene dos ojos totalmente esféricos y una boca asemejándose a un rostro humano. En la espalda se les desarrolla un caparazón que llega desde las asentaderas  hasta la parte de arriba de la cabeza que les otorga una protección contra otras especies de su planeta. Del torso nace un brazo a cada lado que podríamos decir que son cortos con respecto a la naturaleza de los nuestros y que acaban en unas manos pequeñas de cuatro dedos y en la parte baja y lateral de la espalda nacen otros dos brazos en cada lado en dirección opuesta a los del torso. El color de los Onírios depende de su sexo siendo el color rosa suave el de las hembras y el color azul claro el de los machos coincidiendo en el color del caparazón que es marrón y con unos patrones circulares independientes unos de los otros. Su estatura no suele superar el metro y medio sin contar con la longitud de sus antenas. En la parte del caparazón a la altura de las sienes y descendiendo por el lateral de la cara hay tres huecos circulares en cada lado por donde asoman unas antenas replegables de mas o menos 25 centímetros, es decir, pueden aparecer hasta seis antenas acabadas en esferas. Del número de antenas que posean los Onírios dependerá su grado de evolución yendo desde no tener ninguna hasta su líder que posee las seis (solo puede existir un Onírio con seis antenas que significa que es el líder de la especie). La posición del torso es considerablemente encorvado hacia delante.

   Los Onírios se pueden desplazar de dos formas. La primera es sobre sus dos piernas acabadas en pies de cuatro dedos donde llama la atención el tamaño del hallux con respecto a los otros. Cuando utilizan esta forma de andar su movimiento es particularmente lento. La otra forma de moverse es enrollándose dando lugar a una esfera casi perfecta que se impulsa con los brazos de la baja espalda consiguiendo avanzar a una velocidad mas rápida y mas protegida al dejar expuesto tan solo el caparazón exterior. Cuando avanzan de esta manera repliegan sus antenas sobre los orificios circulares de salida.

   Se reproducen tal y como lo hacen las tortugas en su acto de apareamiento montando el macho a la hembra la que depositará de uno a tres huevos de los que brotarán las nuevas generaciones. Los Onírios son herbívoros y cabe destacar, lo cual es muy importante, que no duermen durante el período en el que están activos pero si que pueden elegir hibernar lo cual será obligatorio cuando desarrollen sus dos primeras antenas cada una situada en cada sien.

   Los Onírios nacen sin antenas y sin ningún poder psíquico por lo que los hace muy vulnerables a sus depredadores tanto terrestres como aéreos y que no daré ningún detalle sobre ellos. Cuando alcanzan cierta edad desarrollan el lado funcional y axial de la mente desarrollando las dos primeras antenas que nacen de sus sienes y su segunda defensa después del caparazón que es el poder de poder entrar en la mente de sus depredadores, inferiores mentalmente a ellos, para suscitar un sueño profundo y poder huir de la amenaza.

  Llegados a este punto toca dar un salto hasta su líder, conocido como el Onír, líder y único en su especie, el cual tiene desarrollado las seis antenas cuyas esferas terminales son mas grandes de lo normal y que puede ser macho o hembra, eso sí, cambiando el color de su cuerpo a amarillo. El Onír hiberna durante una tercera parte del año cuando llegan las bajas temperaturas y es aquí cuando se produce una singularidad dentro de otra pues durante la hibernación este inicia un sueño colectivo al que se le unen los Onírios con como mínimo dos antenas (una en cada lado) que también hibernan. En el sueño los sujetos con dos antenas son entrenados para desarrollar otras dos antenas mas lo cual se traduce en otra técnica mas de defensa para ellos que consiste en, cuando están activos, poder imbuir a su amenaza en un sueño que se da en la vida real (que el onírio dirige y le rodea en un área que será mas grande dependiendo de su capacidad) y donde este puede cambiar a la forma que quiera normalmente basada en los miedos del oponente para hacerle huir o incluso matarlo pues el morir en un sueño al que llamaremos vital significa morir en la realidad. Si la forma que adapta el Onírio en el sueño vital es destruida este fallecerá al igual que ocurre con su oponente. Esta técnica de combate también la utilizan los Oníres que ascienden al Mundo Intangible y dependiendo del desarrollo funcional y axial de su oponente esta será más o menos efectiva.

   Una vez desarrolladas las cuatro antenas (dos a cada lado) no hay posibilidad de seguir evolucionando (si que se pueden refinar las técnicas de supervivencia) hasta que el Onír fallezca y se dictamine el relevo del sujeto que se dará dentro del sueño colectivo donde este elegirá a su sucesor en base al desarrollo de la técnica asociada a las cuatro antenas. Una vez que el Onír fallece asciende a su Esfera de Existencia automáticamente debido a que representa a la élite de la especie. Los Onírios de cuatro antenas pueden elegir hibernar o no a diferencia de los que poseen tan solo dos antenas siendo para estos obligatorio la hibernación con el objetivo de desarrollar las dos antenas restantes.

   Cabe destacar que el sueño colectivo se produce por el Onír con ayuda del maná proporcionado por su Alma en vida, que es el motivo de desarrollar esta potente herramienta en el Mundo Cognoscible. El resto de Onírios que son alojados en el sueño le proporcionan el maná al Onír en el sueño colectivo a través de un ritual digno de ver para que este pueda mantener el sueño que abraza y aloja la existencia onírica de la especie. El yo consciente de los Onírios es capaz de reclamar maná al Alma, un procedimiento que no solo es exclusivo de su especie y que ya veremos mas adelante.

   Los Onírios de cuatro antenas que no deciden hibernar son los encargados de proteger al Onír en su mayoría cuando este hiberna pero también protegen a otros miembros de su especie asentándose junto a ellos en el acto de hibernación (tanto de dos o cuatro antenas), que consiste en enterrarse con su forma esférica pero sin esconder las antenas que quedan asomando en la superficie apuntando hacia arriba.

   Cuando el onír fallece asciende con la conciencia de la última vida y con la personalidad de su Espíritu cuya calidad dependerá del número de vidas vividas hasta convertirse en Onír. Este ya no pueden desarrollar, salvo alguna rara excepción) el sueño colectivo pues no hay suficientes miembros de su especie en su Esfera de Existencia para proporcionar el maná requerido aunque son capaces de seguir utilizando la técnica de desarrollar sueños vitales para combatir a los enemigos de su Esfera de Existencia (con un rango mayor a si la técnica la desarrolla un Onírio de cuatro antenas y pudiendo adoptar más de una forma a la vez en el sueño vital) y algunos, bajo la instrucción del Gobernador de su Esfera de Existencia, llegan a ejercer como Nexos con un Exologos muy distinto al de nuestros Agentes Inducidos. Como en todas las Esferas Brama inyecta los recursos sobre su Esfera de Existencia y estos son repartidos de una forma desconocida. Solo los miembros de la especie con seis antenas ascienden a su Esfera de Existencia produciéndose la reencarnación entre los que poseen  dos y cuatro antenas. Los Oníres ascendidos, al igual que nosotros y nuestros Agentes Inducidos, producen sueños pero, en su caso, son de muy alta calidad por lo que ofrecen valor añadido al Creador y esto se ve reflejado en los recursos inyectados por Brama.

   En la Esfera de Existencia de los Onírios existe otra especie de Agentes creados por su Gobernador especializados en el combate cuerpo a cuerpo para potenciar su desarrollo militar ya que la masa de sujetos ascendidos entre los Onírios es escasa. Estos tienen la misma forma que los Onírios pero son mas grandes y no poseen antenas. Las extremidades están más balanceadas con respecto al torso para darles una capacidad de movimiento más rápido y en este caso los representa el color rojo, siendo el caparazón igualmente de color marrón. Estos, a su vez, no pueden encogerse hasta formar una esfera por lo que su forma siempre es bípeda. También carecen de los brazos situados en su espalda baja debido a la perdida de aquella habilidad (en definitiva son una versión de los Onírios mas preparada para el combate cuerpo a cuerpo).

   El sueño colectivo que se produce en la mente del Onír en el Mundo Cognoscible es un misterio pues dicen que ocurren muchas más cosas que simplemente el entrenamiento de los de su especie y el ritual de donación de maná llegando a decir que son capaces de invitar a otros Agentes Primigenios o Inducidos del Mundo Intangible mientras sueñan y seguramente también el sueño colectivo sea fuente de algún fruto de valor añadido para el Creador, pero como digo, es un misterio pues parece ser que ningún Agente de nuestra Esfera de Existencia ha podido acceder a ese sueño y las informaciones que se tienen es por rumores que corren por el Mundo Intangible.

   El lugar físico donde hiberna el Onír que lidera la especie en el Mundo Físico ha sido construido por los escasos medios físicos de la especie dando lugar a una construcción rudimentaria donde se aglomera parte de la especie para defender a su líder.

   La relación de nuestra Esfera de Existencia con la de los Onírios es neutra y por otro lado son aliados de los Messores. Se desconoce si su Esfera de Existencia produce la epifanía solar sobre ellos.

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