SEAMOS UN TRANSFORMADOR EMOCIONAL

    Empezaré esta entrada definiendo que es un transformador eléctrico ideal. Un transformador eléctrico es una máquina estática de corriente alterna que transforma el voltaje o la intensidad, dejando constante la frecuencia y la potencia, si se trata de un transformador ideal.

  En la vida se dan muchas situaciones donde se forman cadenas de causa efecto con corrientes emocionales destructivas que buscan a través de ejercer el miedo y un autoritarismo derivado de cierto estatus conseguir ciertos objetivos en campos distintos como puede ser la cadena de mando de una empresa o incluso en el ámbito familiar debido a la rendición de cuentas hacia nuestros padres, entre otros muchos mas ejemplos que se pueden encontrar. Bien, si entendemos que el voltaje es el número de electrones que circulan por un conductor y la intensidad es la presión de los electrones al tratar de circular podemos establecer un símil en el ámbito emocional. Para hacerlo sustituiré la definición de voltaje por un grado respecto de una escala que mide la destructividad del mensaje y la intensidad por la presión que ejerce sobre nosotros el recibir dicha transmisión. Por lo tanto si queremos ser un transformador emocional ideal deberemos cambiar esa corriente destructiva en positiva para las personas que interactúen con nosotros y por otro lado reducir la presión que nos es transmitida por una presión mas liviana sobre los mismos con la idea de que ellos no merecen recibirla con tanta intensidad debido a que tienen menos responsabilidades en la jerarquía por debajo nuestro o directamente sean personas que convivan con nosotros y sean ajenas a dicha jerarquía o esa cadena de causa efecto destructiva.

   Por otro lado mantendremos la frecuencia de estímulos que ejercemos sobre los que estén por debajo nuestro en la jerarquía organizacional pero ya convertido en un voltaje constructivo o la rebajaremos si las personas no tienen nada que ver con la estructura a la que pertenecemos.  También mantendremos la potencia o énfasis sobre el asunto en cuestión si es sobre las personas sobre las que estamos al mando o lo reduciremos si el vínculo vuelve a ser ajeno a nuestro estatus. Por lo tanto si la cadena destructiva que nos llega es transformada de negativa a positiva para nuestros inferiores seremos transformadores emocionales ideales y si nos llevamos esa cadena a nuestras relaciones sociales deberemos ser transformadores emocionales no ideales rebajando también la potencia como la frecuencia de la cadena de causa efecto destructiva absorbida debido a nuestro estatus. Nadie ajeno a nuestro estatus debería soportar estados emocionales negativos provocados en escenarios que no le incumben.

   De este modo interpondremos un acto personal en la cadena causa efecto destructiva para convertir o transformar el miedo y el autoritarismo subyacente en el mensaje recibido en motivación y compañerismo sobre nuestro entorno. De esta forma convertiremos una atención destructiva en atención constructiva a través de un acto transformador que rompa la dinámica de la cadena causa efecto destructiva anterior.

   Como consecuencia de esto tendremos un input del Balance de Situación Vital con signo negativo por ser un arte destructivo y un output con signo positivo por practicar un arte constructivo que se traduce en la mejor forma de construir un Balance de Situación Vital superavitario (recuerda que si el valor añadido de las artes consumidas era inferior al valor añadido de las artes elaboradas significaba al final de nuestra vida un ingreso de Tiempo Existencial para el Alma) 

Comentarios

Entradas populares de este blog

CAP. 1.1: UN ENCUENTRO INESPERADO

CAP. 2.4: INGRESO A LA ACADEMIA

COMUNICACIÓN AL VISITANTE IV